- lunes 20 de mayo de 2024 - 12:00 AM
Cuando nacemos somos guiados por nuestros padres, sobre el rol que debemos cumplir en la sociedad. De esa manera se preocupan por que estudiemos y que estemos actualizados para poder ser competitivos y de esa manera tener mejores opciones en la vida.
Todo esto ocurre durante los primeros años de existencia, pero nunca pensamos que llegaremos a viejos, y que la fuerza que pudimos tener antes se desvanece porque ese ciclo nos recuerda que el tiempo para ello, ya paso.
Los jubilados son un sector de la población, que sigue siendo impactado sin que llegue una voz de aliento y de esperanza que le brinde un bienestar, aunque sea efímero, por los pocos años que le resten.
Todas las actuaciones gubernamentales y de los aspirantes a dirigir el país van dirigidas a otro sector de la población, dejando a los adultos mayores debatiéndose entre la pobreza y el olvido.
Las pocas normas aprobadas en la Asamblea Nacional siguen sin representar una solución definitiva a los problemas que enfrenta este sector de la población que generalmente son: alimentación, medicinas, vivienda, y que en mucho de los casos siguen siendo el apoyo de los hijos y nietos.
Recordaremos que el Gobierno de Laurentino Cortizo Cohen, recibió de la empresa Minera un adelanto de 562 millones que fueron depositados en una cuenta restringida en el Banco Nacional y luego, dichos fondos pasaron a las arcas del Estado, burlándose de los adultos mayores que recibirían un reajuste en sus respectivas pensiones, de acuerdo con el Contrato-Ley Minero Declarado Inconstitucional en 2023.
En Panamá la edad de jubilación para las mujeres es a los 57 años mientras que para los hombres es a los 62 años, el marco legal que regula esta condición es la ley 51 de 27 de diciembre de 2005 donde deberá haber aportado al sistema 240 cuotas y podrá devengar el 60% de sus mejores años de cotización.
En pocas palabras, el retirado recibirá un 40% menos de lo que mensual recibía lo que se transforma en un deterioro en su condición de vida, ya que, si le sumamos el alto costo de los bienes y servicios, el optar por desvincularse de la actividad laboral, resultará la obra maestra del terror.
Hay un sector que busca forzar desvincular al ciudadano que llegue a la edad de retiro, permitiendo que solamente pueda laborar 5 años más después de la edad alcanzada. En el caso de la mujer a los 62 años y en el caso de los hombres a los 67 años.
