La estrategia perversa de culpar a otros

¡Sí, para mí no existe otra palabra para definir el disco rayado de la pasada administración de repetir y repetir “reparamos y hacemos lo que en diez años no se hizo!” Es posible que los extremistas del Partido Revolucionario Democrático digan... “¡Ya viene René Hernández con una defensa disfrazada; sabemos de sus inclinaciones”! Habrá otros que manifestarán... “¡Él siempre ofrece buenas ideas, sin importar quién esté arriba; es bueno leer sus planteamientos!” No sé en qué bando esté la persona que me lee en estos momentos, pero, voy a desarrollar la idea del titular; a usted le tocará analizar y decidir. Cuando uno aspira a gobernar es como prepararse para un matrimonio. Pocos se lanzan a esa aventura sentimental sin antes conocer a fondo a la novia. Ese ritual es necesario hacerlo para evitar los divorcios prematuros. Averiguará de dónde viene la dama; quiénes son sus padres; cuáles son las actividades; qué enfermedades hay en esa familia y muchos detalles más. Y supongo que la dama hará lo mismo con el novio. Ahora, por allí señalan que el amor es ciego, idiota, estúpido, traicionero. Es un estado mental donde uno no puede ver más allá; la intención es tener a la pareja y pronto. De repente buscar el poder también sea de esta manera. Los aspirantes no analizan a profundidad lo que está pasando en el país; ellos quieren llegar al poder a como dé lugar, luego sabremos qué nos vamos a encontrar para actuar.

En el caso del matrimonio no es dado estar con el drama de... “esta pareja no sirve; la culpa la tienen los padres que no supieron educarla.” Es posible que quien lo diga sea el verdadero rufián del matrimonio, pero la mejor manera de evitar que la otra persona lo diga o lo reconozca es echándole el muerto. He sido testigo de varios enlaces nupciales y en todos ellos, sea en broma y en serio, los padres dicen... “ya nosotros hicimos nuestra parte; allí te entregamos a fulana o a sutano; ahora la responsabilidad es de ustedes”.

Mi vida como periodista y docente ha sido presentar analogías para que los lectores comprendan mejor lo que escribo. El gobierno de Cortizo era apoyado por un mínimo sector de la población. No se necesitan hacer encuestas para llegar a esta conclusión y lo explico. Es natural que durante la campaña los candidatos hagan promesas extremas con tal de ganar el voto. Lo triste es que el elector cree en esos cantos de sirena y corre a las urnas para elegir a esa persona. Tienen la seguridad de que vendrán mejores días para el país, dada la calidad, templanza, carácter y decisión del candidato. Una vez asuma el poder los electores de su partido político esperarán nombramientos, becas, bonos, subsidios. Como no se puede complacer ni al 10 por ciento de la membresía, es decir a los 60 mil de los 600 y pico mil adherentes de ese partido, inicia el trayecto de la decepción... el desencanto. Y para rematar, al gobierno le cae, en menos de un año de administración, una plaga que no se esperaba... la Covid-19.

Como estrategia se inventa englobar lo poco que se hace; los expertos aconsejan mostrar más carácter y asesoran sobre más promesas. De repente alguien sugiere volver al tema de la década perdida para recordarle a la gente que hasta el virus es causa de esos diez años de gobiernos anteriores. Tengo especialidades en estrategia, en propaganda, en periodismo y otras cositas. Le dije al presidente, a sus ministros y a sus asesores que ese es uno de los grandes errores cometidos cuando gobernaron. Saque la calculadora y comiencen a sumar. Dentro del PRD hay un ejército de desilusionados al observar que no les ha tocado nada. La política, tal como se ha hecho costumbre, es que, si voto por ti, tú debes darme algo. A los cientos de miles de decepcionados del PRD súmele iguales o más cantidades de los opositores que se rayan cada que vez que el presidente Cortizo culpaba de los males presentes. Tengan en cuenta que muchos seguidores políticos son fanáticos dogmáticos que actuarán sin hacer análisis profundo. Agréguele a los cientos de miles de independientes que por su naturaleza siempre estarán en contra del que suba y más si ese gobierno resultó un fiasco. Por lo anterior pregunto... ¿qué fuerza sostuvo a esta administración? Según mis cálculos fue mínima, pero tuvieron a su favor algo... el gobierno fue elegido de forma democrática. Democracia que en tiempos recientes sus dirigentes pisotearon y desconocieron. ¡Así es la vida!

Con independencia de lo malo, feo o bueno que se hizo de 2009 a 2019, no creen ustedes que muchas obras extraordinarias se ejecutaron para bien del pueblo. ¿Por qué el gobierno pasado no fue capaz de reconocerlas con fuerza, así como gritó lo malo? Ya retornarán los tiempos en que la política cabalgaba en animales conocidos como nobleza, caballerosidad, responsabilidad y honorabilidad. Dios nos bendiga en este viernes nublado.