- jueves 15 de septiembre de 2016 - 12:00 AM
Inundaciones descontroladas
Las lluvias no son nuevas en Panamá. En mis años mozos, los fuertes aguaceros inundaban los manglares; jamás los lugares poblados. Quienes excedemos los 60, tenemos hermosas vivencias, regalos de la naturaleza.
En los patios de nuestras viviendas, en el campo, por los huecos de arrieras emanaba agua completamente limpia y saludable, muchos la tomábamos directamente. Agua fresca, pura y limpia; tanto o más deliciosa que la de tinaja. Igualmente el agua de los ríos y quebradas, pero hoy son insalubres.
Los poblados no se inundaban, a diferencia de ahora donde tres gotas de lluvia impiden la movilización, responsabilidad de las malas administraciones gubernamentales, pero culpan a la naturaleza.
Conservacionistas y comunicadores sociales venimos previendo sobre el mal actuar de las administraciones gubernamentales, con relación a la tala indiscriminada, los rellenos de las bahías, destrucción de manglares, levantamiento o creación de islas, rellenos para las cintas costeras, construcción de nuevas barriadas, cuyos muros pudieran provocan inundaciones, etc.
Obsérvese que llovió el domingo 11 de septiembre y las inundaciones no se hicieron esperar. Calles y comunidades inundadas y nuestra gente pobre, desprotegida, sin ropa, artefactos ni dinero para comprar, hasta un niño ahogado.
No se quiere ver el daño que hacen las constructoras con el desperdicio del cemento, tierra o piedra que esparcen en el recorrido de sus camiones o que depositan en alcantarillas.
La población y las empresas constructoras de viviendas o edificios, la recolección de la basura y nuestra falta de cultura, hacen cada vez más pesada la carga a la pobre naturaleza que limita la filtración natural del agua.
Hoy poco puede decirse del amor a la Patria, si nuestros gobernantes, mancillan la patria favoreciendo a irresponsables y hasta la Corte, de Suprema Injusticia, emite fallos descabellados contra la naturaleza.
Hemos denunciado que algunos rellenos a los laterales del Corredor Sur están por encima de la vía. Esta situación data varios lustros, pero a nadie parece importar, quizás pronto no pueda transitarse porque las aguas rebasan la ruta. Dios te salve, Panamá.
Economista, educador y humanista
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Obsérvese que llovió el domingo 11 de septiembre y las inundaciones no se hicieron esperar.