• martes 23 de septiembre de 2014 - 12:00 AM

‘Incremento de la violencia: ¡Frustración generacional!’

La violencia no es fracaso de los planes de seguridad pública

Los noticieros hablan del aumento de crímenes entre ‘pandilleros’, y lo de la crueldad con la que ejecutan a sus víctimas. Esas ‘vendettas’ urbanas que ahora caen sobre familias enteras, son la nueva modalidad empleadas por las ‘las bandas’ cuando de saldar cuentas pendientes se trata. La muerte violenta asecha a los panameños honestos, y por el tono que va tomando el problema, no hay programa ni compromisos de resocialización que nos devuelva la tranquilidad de otros tiempos.

La violencia no es fracaso de los planes de seguridad pública. Es el síntoma evidente de la quiebra de valores individualistas, con los que la sociedad pretende que los jóvenes construyan sus sueños y esperanzas hacia futuro. La ‘bestia violenta’ que llevan por dentro, deben dominarla, si desean disfrutar de los beneficios de ‘la sociedad civilizada’. En los sectores marginados, el Estado intenta amansarla, a costa de liquidar los valores humanos, que hacen que el hombre anhele la paz y la convivencia pacífica.

La fantasía del progreso y la democracia, terminó condenado al panameño a una existencia solitaria, carente del sentido de ‘nosotros’ ni de ‘mañana’. Esa sensación de frustración se expresa en el trabajo a desgano, engañando por placer; y pisoteando a los débiles. Compitiendo en esas condiciones, cada día se añora menos la necesidad de ‘civilizarse’.

Todo a nuestro alrededor nos invita a luchar por triunfar. Pero a la vez enseñan que la tolerancia, el respeto y la honestidad, debilitan, mientras que el terror, fuerza y la crueldad, te aseguran un sitial aceptable en una sociedad que no quiere compartir con los demás. El chiquillo que hoy porta amenazante un arma, nada más ayer fue alumno, hijo, y hasta tuvo amigos, de los que renegó, al momento en que eso perdió sentido.

Si se maneja con demagogia el tema del futuro de nuestros jóvenes; ¿para qué queremos que estudien; o que sean buenos hijos o buenos ciudadanos? Mientras nuestros jóvenes se desangran en las calles, preocupa más a ‘los políticos’ perfeccionar la impunidad por la compra de votos.

*Abogado y docente