- sábado 26 de abril de 2025 - 12:00 AM
¡Hay que reformar el proceso de las reformas electorales!
Por lo que reportan los medios, el nuevo ejercicio de revisión de la legislación electoral, por decisión de los magistrados ha sido suspendido hasta tanto se dilucide el reclamo presentado por el CONEP, que disputa la integración de la representación del Foro Ciudadano Pro Reformas Electorales.
Con independencia de cuál sea el desenlace del reclamo o de cómo quede finalmente integrada la representación del Foro, el lapso que mediara hasta que esa coyuntura sea aclarada, debiera aprovecharse para evaluar la conveniencia de mantener la metodología, hasta ahora de demostrada ineficacia, que como un ritual inexorable se ha propiciado desde la jefatura del Tribunal.
Después de tantas repeticiones del comprobadamente ineficaz ejercicio reformador, repetir la misma metodología carece de justificación. Para que este pueda partir de bases más constructivas, como primera medida debe decidirse sobre su oportunidad. Nada justifica que estando a más de 4 años de las elecciones y, en momentos en que el país enfrenta retos de mayor urgencia y trascendencia, se considere prioritario que las organizaciones y grupos que están convocados a la discusión de las eventuales reformas electorales, que incluyen a todas las fuerzas políticas y los sectores más representativos de la sociedad panameña, dediquen su atención a eventuales reformas electorales, que no son urgentes, cuando debieran estar concentrados en contribuir a superar los retos que ahora son los que angustian a la nación.
Una sana recomendación a los magistrados del Tribunal es que la suspensión temporal que han decretado de las reuniones de la Comisión de Reformas Electorales, se extienda a todo el resto del año. En ese lapso, durante sus dos primeros meses, debieran elaborar un anteproyecto comprensivo de las futuras reformas electorales, cosa que no han hecho, y que era básica para un debate constructivo. Como segundo paso, ese anteproyecto debiera divulgarse ampliamente e invitar a que todos los partidos, las organizaciones representadas en la Comisión y quienes deseen hacerlo, para que presenten sus observaciones y alternativas.
De seguirse ese curso, razonable, para finales de año, podría tenerse un anteproyecto integral, que sería la base para discusiones productivas en la Comisión, que podría ser convocada nuevamente, en algún momento, más oportuno, durante el curso del próximo año.