- miércoles 08 de febrero de 2017 - 12:00 AM
Un gobierno mágico e ilusionista
Cuando uno revisa la actuación del Gobierno, es fácil constatar que a medida que se acerca su final se incrementa la ‘campaña' permanente sobre sus obras. Esto es entendible, tomando en cuenta el principio que dice que el primer deber del que está en el poder es mantenerse y que el fin justifica los medios. Lo que no entendemos, es que ellos mismo se lo crean.
Al mejor estilo de David Copperfield, ilusionista estadounidense, y de la novela de fábula infantil ‘El Mago de Oz' de Frank Baum, tanto el presidente como sus ministros nos describen un país que ningún panameño conoce. Nos hablan de un Panamá en donde a todos nos va bien. En donde la economía va excelente por el hecho de que un restaurante esté lleno o que haya mucha circulación de vehículos en las calles. Nos venden la idea de que no hay despidos en la empresa privada, sino que lo que sucede es política de reestructuración administrativa, etc.
Solo hay que revisar el Informe a la Nación del presidente ante la Asamblea Nacional, las declaraciones del ministro de Seguridad cada vez que hay un hecho delictivo (que es todos los días), las declaraciones recientes del Ministro de Economía y Finanzas en compañía del Ministro de Trabajo, así como las entrevistas que a diario le hacen al ministro de la Presidencia. Se nos dice que no tenemos pozos petroleros, pero tenemos inmensos ríos y pozos de donde emergen grandes cantidades de dinero que antes no había.
¿Y dónde está el país que se lo traga la delincuencia, ante el temor de la policía a enfrentarla, mirando para otro lado? ¿Dónde está el país con un sistema educativo y transporte en total desastre? ¿En dónde está el país, sin medicinas ni atención oportuna para nuestros enfermos? En fin, para qué seguir, si la magia y el ilusionismo arnulfista nos cautiva.
Analista y consultor político