- jueves 12 de mayo de 2016 - 12:00 AM
La gente de los patios limosos también tienen derecho a la vida
No nos engañemos nosotros mismos por las muchas promesas pomposas que hizo el gobierno de turno sin saber cómo las iba a cumplir.
Hay miles de personas en nuestro país a quienes se les hizo creer que estaban seriamente comprometidos a resolver los problemas del necesitado, del que nada tiene y vive en pocilgas infrahumanas en los patios limosos.
Familias hacinadas en esos cuartuchos y en la más escandalosa promiscuidad acompañada de vicios y placeres inmundos que son el caldo de cultivo para las pandillas y violencia de toda clase.
Estos cuadros dantescos son el mejor ejemplo para que las juventudes descarriadas, desobedientes y rebeldes abandonen las aulas de clases y se dediquen al delito. Considero que es urgente y necesario que nuestros gobernantes se percaten de esta cruda realidad y dirijan sus esfuerzos con planes, proyectos y programas de gran envergadura para tratar de rescatar de la miseria a esos seres humanos que tienen derecho a la vida. La Constitución Nacional de la República y las Naciones Unidas establecen esos derechos; ya que las necesidades insatisfechas pueden ser la causa principal de la delincuencia que azota el país. Esto nos estremece de temor porque de la noche a la mañana podemos perder nuestra vida a manos de sicarios y menores de edad delincuentes, que desde niños han vivido rodeados de toda clase de privaciones en los patios limosos.
No hay peor ciego que el que no quiere ver y ya es hora de que nuestros gobernantes comiencen a encarar con seriedad el problema de la miseria, delincuencia, violencia y matanza en las calles, comercios, sitios públicos y hasta en los hogares.
Los medios de comunicación no mienten las cifras, y los hechos sangrientos son alarmantes y terribles. No hay seguridad y lo vive el pueblo en general.
- Docente Universitaria
"Esto nos estremece de temor porque de la noche a la mañana podemos perder nuestra vida a manos de sicarios y menores de edad".