- miércoles 08 de mayo de 2024 - 11:00 PM
Una aplicación incorrecta de las normas gramaticales genera errores que pueden vulnerar las convenciones de los símbolos escritos (faltas ortográficas) o perjudicar la lógica de los elementos que componen la redacción (sintaxis), lo cual puede conllevar consecuencias equivocadas en el significado e interpretación (efecto semántico) de un acto de lenguaje.
Signos de puntuación. La entonación, con sus inflexiones y pausas, otorga significado a la oración y al periodo. Fernando Lázaro C., mi maestro, advirtió que “es mala táctica la de escribir un texto sin signos o con pocos signos, y leerlos después para poner las comas y los puntos en su sitio. Hay que colocarlos a medida que se va escribiendo”. Esa mecánica, viciosa, es la madre de muchos males, que provocan adefesios sintácticos.
La coma. No coma coma ni se indigeste con ella. Piano, piano. Es el signo de puntuación más empleado en la escritura. Pausa breve y necesaria para ofrecer claridad al escrito.
No acuñar coma entre el sujeto y el verbo. Colóquela entre frase explicativa de la oración. Ejemplo: El profesor, criado en Santiago, viajó a Europa.
Cuando se invierte el orden lógico de la oración (sujeto, verbo, complementos), se pone después del elemento que se ha anticipado al sujeto. Ejemplo: Después de haber visitado Europa, el profesor reinició clases.
Vocativo. El vocativo siempre se separa por coma de aquello que se dice. Ejemplo: Profesor, no tiene razón.Hay coma para separar elementos o conjuntos de elementos (enumeración).
El punto. No estamos en plática de folclor. Es gramática y sintaxis. Se utiliza para separar unidades autónomas entre ellas. El punto seguido se expone en oraciones dentro de un párrafo. Y el párrafo, su extensión y contenido, es hechura soberana de su autor.
La brisa arrecia. El sol de asoma. Canta el ruiseñor, Y tuitea el señor.
El punto aparte cierra el párrafo e invita a otro nuevo, o colorín colorado, esta reflexión e información no han acabado.
García Márquez experimentó una obra con un solo punto final y no le fue bien. Punto seguido y punto aparte, además, crean empatía ante el destinatario. Tú me importas, se entiende.
El autor es periodista y filólogo.
Una aplicación incorrecta de las normas gramaticales genera errores que pueden vulnerar las convenciones de los símbolos escritos (faltas ortográficas) o perjudicar la lógica de los elementos que componen la redacción (sintaxis), lo cual puede conllevar consecuencias equivocadas en el significado e interpretación (efecto semántico) de un acto de lenguaje.
Signos de puntuación. La entonación, con sus inflexiones y pausas, otorga significado a la oración y al periodo. Fernando Lázaro C., mi maestro, advirtió que “es mala táctica la de escribir un texto sin signos o con pocos signos, y leerlos después para poner las comas y los puntos en su sitio. Hay que colocarlos a medida que se va escribiendo”. Esa mecánica, viciosa, es la madre de muchos males, que provocan adefesios sintácticos.
La coma. No coma coma ni se indigeste con ella. Piano, piano. Es el signo de puntuación más empleado en la escritura. Pausa breve y necesaria para ofrecer claridad al escrito.
No acuñar coma entre el sujeto y el verbo. Colóquela entre frase explicativa de la oración. Ejemplo: El profesor, criado en Santiago, viajó a Europa.
Cuando se invierte el orden lógico de la oración (sujeto, verbo, complementos), se pone después del elemento que se ha anticipado al sujeto. Ejemplo: Después de haber visitado Europa, el profesor reinició clases.
Vocativo. El vocativo siempre se separa por coma de aquello que se dice. Ejemplo: Profesor, no tiene razón.Hay coma para separar elementos o conjuntos de elementos (enumeración).
El punto. No estamos en plática de folclor. Es gramática y sintaxis. Se utiliza para separar unidades autónomas entre ellas. El punto seguido se expone en oraciones dentro de un párrafo. Y el párrafo, su extensión y contenido, es hechura soberana de su autor.
La brisa arrecia. El sol de asoma. Canta el ruiseñor, Y tuitea el señor.
El punto aparte cierra el párrafo e invita a otro nuevo, o colorín colorado, esta reflexión e información no han acabado.
García Márquez experimentó una obra con un solo punto final y no le fue bien. Punto seguido y punto aparte, además, crean empatía ante el destinatario. Tú me importas, se entiende.
Comillas. Las palabras contenidas dentro de ellas son cita directa de un autor, obra o documento. No es para resaltar ni encerrar títulos de obras o documentos ni para lo primero que se le antoje.
Mayúscula. Letra de mayor tamaño y diferente figura de la minúscula. El empleo de la mayúscula no exime de poner tilde cuando así lo exijan las reglas de acentuación. Ejemplo: África.
En las palabras que empiezan con un dígrafo (ll, ch o gu y qu ante e, i), solo se escribirá con mayúscula la letra inicial. Ejemplos: China, Chame, Lleras, Llorente, Guisado, Querétaro.. Concordancia. Sustantivo y adjetivo concuerdan en género y número: La oración compuesta. Esos temas extensos. Un diccionario moderno.Margarita y Rogelio son atentos.
En varios sustantivos de distintos géneros y un adjetivo, concuerdan en masculino y plural: Periódico y revista son antiguos. Sustantivos coordinados con sentido unitario concuerdan en género y en singular: La lengua y la literatura panameña contemporánea.Sustantivos en singular coordinados con sentidos independientes concuerdan en número plural: La historia y los héroes santeños.
Verbos con dos participios. Uno regular y otro irregular. Ejemplos:Freír (frito, freído), atender (atento, atendido), bendecir (bendito, bendecido), confesar (confeso, confesado), maldecir (maldito, maldecido). Verbos, en su mayoría, son regulares y otros, irregulares.
El autor es periodista y filólogo.
