Los integrantes de la cuadra de los tricolores se encuentran a la expectativa; saben que están en lo más bajo del ranking local y que no será nada fácil repuntar. El fin de semana pasado se registró la cartilla interna, pero la renovación no fue total y eso podría jugarles en contra en los próximos asaltos.
La cosa está color de hormiga; prueba de ello es que algunas de sus figuras están bajando y subiendo escalas, y no precisamente para mantener las condiciones físicas: están sintiendo el asedio de Kid Justicia.
Otros se encuentran detrás de los barrotes haciendo sombras, como es el caso del trompadachín becario que está por los lados de Panamá Este.
Otro de los trompadachines que no se repone de la dura derrota de 2024 es el yeyé, un veterano que también ha quedado mal parado porque lo están ligando con quienes buscaban pescar en río revuelto meses antes de la megavelada titular, en la que al final se impuso el que hablaba en campaña de “chenchén”.
Los que decían defender los colores independientes en el pasado tampoco la están pasando nada bien; el rol que han jugado en el tinglado de los padres de la patria no ha sido el esperado. Han sido más noticia por los pleitos internos que por otra cosa. Se habla de la factura.