• jueves 14 de noviembre de 2024 - 9:44 AM

El país camina hacia senderos peligrosos

Aquel guion de gritar que me persiguieron, que hubo una justicia sesgada

“¡Yo no puedo meter a nadie preso, esa es una misión de las autoridades judiciales!” Lo anterior se lo hemos escuchado al presidente Mulino en varias ocasiones. Y es cierto, él no lo puede hacer, pero puede meter presión para que esto ocurra. Gobierno viene, gobierno que pasa y el deporte de robar no acaba.

Lo más lamentable es observar a los autores de esas fechorías pasearse como si nada restregándole los dineros mal habidos a ese pueblo sufrido. No se extrañen que, frente al hartazgo de la población, la gente comience a tomarse la justicia por las manos.

Aquel guion de gritar que me persiguieron, que hubo una justicia sesgada, que no hubo un juicio justo, debe sintetizarse en una pregunta con una respuesta contundente. ¿Robaron a manos llenas o no? ¡Claro que sí lo hicieron y la salida más cómoda es paralizar el sistema con recursos dilatorios para lograr los propósitos por dos vías: el cansancio de los operadores de justicia o aplicar técnicas ortopédicas! Esto último pudiera ir acompañado de algunos incentivos.

Hace mucho tiempo soñé que habían inventado una máquina de la verdad. No se trataba de un polígrafo.

Era un instrumento donde las personas metían las dos manos en una especie de cepo electrónico. Si el sujeto era inocente se prendían tres luces verdes, si pasaba lo contrario se podían encender una, dos o tres rojas. Esto ocurría frente a una sola pregunta, ¿ha sido usted cómplice por acción u omisión de comportamientos que lesionan el patrimonio nacional? El interrogado sabía que si la respuesta era incorrecta de inmediato salía un taladro de la parte central de la máquina que sin asco le perforaba el cráneo. Si no era contundente, le cortaba una mano y si protegía a los de su entorno perdía las dos.

Desde ese momento hubo muchos emulando a aquel Manco de Lepanto quien perdió parte de una extremidad superior, no por pillo, ladrón o coimero. Perdió ese órgano preciado defendiendo a su Patria España. ¿Qué pasaría si ese sueño que tuve se hiciera realidad? ¿Cuántas personas perderían sus manos? Abrazos y les deseo un jueves feliz.

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