En un entorno laboral cada vez más exigente y demandante, es fácil caer en una rutina centrada únicamente en el trabajo constante. Sin embargo, el trabajo también puede llegar a causar estrés y ansiedad al ejercer presiones constantes sobre los trabajadores. Es precisamente aquí donde el autocuidado en el entorno laboral adquiere un rol importante, ya que permite a los empleados ser mas eficaces y, al mismo tiempo preservar la salud y el bienestar mental. Para seguir hablando de autocuidado, es necesario definirlo para poder así lograr una mayor comprensión. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como, la capacidad de las personas, las familias y las comunidades para promover y mantener la salud y para prevenir enfermedades y hacerles frente con o sin el apoyo de un trabajador de la salud o asistencial.
El autocuidado consiste principalmente en las acciones que realizas o evitas para cuidar tu salud mental, física y emocional durante la jornada laboral. El autocuidado no es una moda pasajera ni un lujo. Es, ante todo, una práctica consciente que implica prestarse atención a uno mismo, sin dejar de ser productivo en el trabajo. En esencia, se trata de entender que hay tiempo para todo, incluso dentro del ámbito laboral. Por ello, es fundamental identificar y aprovechar espacios que nos permitan encontrar un equilibrio entre la vida laboral y personal.
Vale la pena destacar que cuidarse no es dejar de trabajar, es hacerlo mejor, siendo consciente de todo aquello que nos puede afectar y como puede impactar en la productividad laboral.
A continuación, algunas ideas para practicar el autocuidado en las oficinas:
-Hacer pausas activas durante la jornada.
-Hidratarse adecuadamente.
-Establecer límites entre el trabajo y la vida personal.