Distracción con la ACP

Salta otra liebre con el tema de si los diputados pueden o no modificar el presupuesto a ellos presentados.

Pero mientras esta discusión ocupa la atención de la ciudadanía bien intencionada pero ilusa y otra nada ilusa, que busca pelechar del Estado, la corrupción sigue aflorando, porque la corrupción está en marcha y nada, bajo el sistema actual, la parará.

Cual fariseos, varios no ilusos se rasgan vestiduras con la intención de generar un show que distraiga de la corrupción medular, la que es representativa de lo podrido que está nuestra llamada clase política y sus amanuenses, tras bastidores, pillos mal llamados empresarios. Esa es el caso Odebrecht.

El Canal se ha manejado como un Estado aparte. Ahí ocurre de todo. O es que podemos pensar que, en un cuerpo podrido por la corrupción, una entidad que mueve tanto poder económico se va a preservar de caer en corrupción.

Evidente que han sido más discretos y han aprovechado una campaña bien manejada para proyectarse como no contaminados. Igual el Tribunal Electoral.

Y esto se ha dado también porque los ciudadanos buscan en qué creer. El ser humano es dado a querer confiar para no perder las esperanzas.

El ‘gold roll' que en el Canal manejaban los gringos se ha trasladado a los directivos del Canal.

Estos, con habilidad de ajedrecista, han trasladado privilegios, sobre todo salariales a los colaboradores del Canal.

Mientras en el resto del país hay un ‘silver roll' y se ha visibilizado una calamitosa nueva categoría que se le pudiera llamar ‘caca roll'.

Esta acción de modificar el presupuesto de la ACP por la Comisión de Presupuesto no se puede dar, en un sistema presidencialista, sin la anuencia del presidente y menos si el que dirige la comisión es allegado al presidente Varela.

Enhorabuena que los carroñeros se pelean la presa (el presupuesto del Canal), aunque a la hora de dormir, cual gallotes, lo hacen juntos.

Duermen juntos porque son del mismo grupo plutocrático que ha pelechado del erario por 113 años de una mal llamada República.

Que los ciudadanos bien intencionados entiendan que hay que desplazar a estos pelechadores del poder del Estado y fundar una Nueva República, donde ni los pillos politiqueros ni los pillos empresariales tengan oportunidades.

Exprecandidato presidencial*