Desempleo y bienestar psicológico en Panamá: un análisis actual

El desempleo en Panamá ha tenido un impacto significativo en la salud mental de la población, especialmente tras la pandemia de COVID-19. Diversos estudios y reportes evidencian un incremento en trastornos como la ansiedad, la depresión y el estrés laboral, que afectan tanto a quienes carecen de empleo como a quienes actualmente cuentan con uno. Es importante señalar que la pérdida del trabajo también conlleva un proceso de duelo. Con frecuencia, este se asocia únicamente a la muerte de un familiar o amigo; sin embargo, quedar desempleado constituye igualmente una experiencia de pérdida que la persona debe afrontar y superar.

En la actualidad, se estima que entre el 10 % y el 15 % de los jóvenes panameños presentan algún tipo de trastorno mental, siendo la depresión y la ansiedad los más frecuentes. Asimismo, los intentos de suicidio en la población de entre 14 y 29 años han aumentado, convirtiéndose en la tercera causa de muerte en este grupo etario.

Los datos descritos antes evidencian claramente que el desempleo, especialmente en el contexto socioeconómico que esta viviendo el país, no es únicamente un problema del mercado laboral, sino también una situación que a medida que pasa el tiempo se va acrecentando, convirtiéndose en un asunto de salud y políticas públicas.

La falta de rutina diaria y el aislamiento social también contribuyen al deterioro emocional. La percepción de no ser útiles puede disminuir la autoestima, y la comparación social puede agravar los sentimientos de insuficiencia. El desempleo puede ser visto como un fracaso, lo que contribuye a la vergüenza y el aislamiento social.