- miércoles 18 de septiembre de 2024 - 12:00 AM
Existen derechos de los cuales no nos hablan: el derecho a no tener la razón, el derecho a decir que no y el derecho a no dar todo de nosotros.
No siempre debemos tener la razón, ya que existen un sinnúmero de formas diferentes de ver las cosas, y no todas las personas piensan como nosotros. Por supuesto, debemos respetar la opinión contraria, y una forma de hacerlo es guardar silencio, no siempre se necesita dar nuestra opinión, y más cuando no nos la solicitan. No somos dueños absolutos de la verdad. Tenemos derecho a aceptar una opinión diferente a la nuestra, e incluso una opuesta. Estamos en este mundo para aprender y equivocarnos, eso forma parte de un proceso.
Tenemos derecho a decir que no. Recuerdo a una compañera de trabajo. Ella respondía fácilmente antela oferta de una rifa, de la compra de un perfume o la solicitud de sus superiores para participar en alguna actividad con un contundente «no».
Era amable, pero no se dejaba manipular por nadie. El saber decir no es un arte, porque, como acabo de comentar, todos queremos que otras personas nos acepten, y la complacencia es una forma de lograr aceptación.
Tenemos derecho a no dar todo de nosotros. Cuando leemos las historias de las personas que han cumplido una meta, una parte importante de esa historia está en la entrega de esa persona a su ideal. No obstante, hay momentos en que debemos administrar nuestras fuerzas y seleccionar cuándo dar todo y también cuándo no hacerlo. Lo importante es que esa decisión sea nuestra y no impuesta o fruto de una manipulación. La decisión de dar debe ser libre.