Es cierto que el municipio de Colón tiene bajos ingresos de las empresas grandes que lucran de su posición y logística. La compañía del ferrocarril declaró $55 millones en 25 años (pésimo contrato) y Colón no recibió nada. La empresa de los puertos aportó $444 millones al Estado entre 1997 y 2021, pero no benefició al municipio.
Se necesita mejorar la fiscalización en los municipios antes de aumentarles fondos. Debe evitarse que los pequeños y medianos empresarios paguen impuestos injustos mientras las grandes empresas no pagan y el gobierno central no reparte con justicia los ingresos donde se generan.
El alcalde de la capital es criticado por defender a empresarios en lugar del pueblo y quitarles tierras y formas de sustento para favorecer negocios. Mientras se gastan millones en eventos, miles de habitantes carecen de agua, calles o iluminación.
Comunidades pobres como Villa María, Chilibre y Tocumen enfrentan problemas de seguridad y violencia. No brillan solo cuándo enfocan muertos tirados. El ego y la falta de equipos eficientes afectan a los alcaldes de Colón y Panamá, lo que lleva a fracasos mediáticos. La gestión de estos alcaldes no cumple con las expectativas y solo sirve para “taquilla falsa”.
Debe evitarse que los pequeños y medianos empresarios paguen impuestos injustos, mientras las grandes empresas no pagan y el gobierno central no reparte con justicia los ingresos donde se generan.
