• jueves 23 de mayo de 2024 - 12:00 AM

De bulto, chambón y cangreja

Por la influencia cultural y presencia de Estados Unidos, el panañol ha absorbido mucho vocablo del inglés

El primer documento panameño es la carta que remitió Colón a los Reyes Católicos de su travesía por nuestro Caribe. De siete meses. Llegó por Bocas del Toro, bautizó muchos sitios, como Boca del Drago. Drago es la forma que denominaba el dragón. Estaba el mar picado. Es la última expedición del navegante.

Trae la lengua del poder de la Corona española en todo su esplendor. Empieza el siglo XVI. El año anterior había arribado Rodrigo de Bastidas, primer europeo en nuestras costas.

Años después, con sangre y fuego, se impone la lengua en la orilla oriental del Golfo de Urabá, donde Balboa funda en 1510 la ciudad de Santa María la Antigua del Darién, tan importante como ciudades españolas de aquella época y huella significativa de la aventura panameña.

España transportaba sus riquezas por medio de barcos hasta el puerto de Portobelo, en la hoy provincia de Colón. De allí, mulas y cayucos cargaban la mercancía a través del istmo hasta la Ciudad de Panamá para distribuir a sus colonias en América.

El español panameño o panañol es el conjunto de modalidades del idioma español habladas en Panamá. Corresponde a una variante local del español caribeño.

Por la influencia cultural y presencia de Estados Unidos, el panañol ha absorbido mucho vocablo del inglés. También por la inmigración de ciudadanos de territorios del Caribe de habla inglesa (Jamaica, Trinidad y Tobago, Barbados), durante el siglo xix y xx. El francés ha tenido influencia. Las comunidades hebrea, árabe, italiana, hindú, china y griega han influido en menor grado en el español panameño, al igual que las etnias aborígenes.

En el lenguaje coloquial juvenil, se usa anglicismos: parquear, me frikié, focop, priti (de pretty), buay (chico), guial (chica ) luquiando (de looking, observando) , guachiman (de watchman, vigilante).

A guanchinche/ a guachinche. cargando a espaldas.Abuelazón. Entusiasmo excesivo que los abuelos sienten por los nietos; actitud típica de personas ancianas.

Agarrar los mangos bajitos. Hacer algo de la forma más fácil.

Allá adonde uno (se pronuncia “allá ‘onde uno”). El interior, área rural donde fue criado.

Arrabalero/a. Buscapleitos. Del barrio limoso.

Arropar. Besos y caricias; tener sexo cubierto con la ropa, con poca intimidad.

Arroz con mango/Trepa que sube/pandemonio. Grandes problemas.

Ayala (pronunciado también “áshala”). Interjección de sorpresa o enojo. Adaptado de “Vaya la”. Con palabras curiosas y soeces. Ejm: “Ayala Peste”, “áyala máquina”, “áyala vida”.

Baño de pueblo. Participar de alguna actividad de tipo folclórica, ir a conocer lugares populares.

Birria. Juego sin espíritu de competencia o finalidad alguna.

Borrador. Autobús o camión.

Botella. Persona que cobra pero no trabaja; se da mucho esta situación en sector público.

Bravo de Boston. El mejor de una profesión u oficio.

Buco. mucho (galicismo; derivado de beaucoup).

Bulto. Persona que no tiene un buen desempeño de sus funciones.

Burundanga. Alimento de poco valor nutritivo, comida chatarra.

Camarón. Labor informal para ganar un dinero extra.

Cangreja. Mujer de baja categoría. Chambón. Torpe.

Chen chen. Dinero.

El autor es miembro de la Academia Panameña de la Lengua.

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