• martes 15 de diciembre de 2020 - 12:00 AM

La culpa es compartida

Si estamos sembrando un árbol de guanábana no pensemos que vayamos a cosechar aguacate

Durante el tiempo de la pandemia del covid-19 y de manera más acentuada en los últimos meses, he escuchado de manera sostenida en los diferentes medios de comunicación y en redes sociales, que algunos jóvenes son los causantes de la propagación del virus a su entorno familiar.

No voy a entrar a ser el abogado del diablo y defenderlos a ellos, es probable que tengan algo de cierta las aseveraciones. Pero, escuchaba al sociólogo Danilo Toro, en un programa de comentarios decir; que ha hecho la sociedad civil para ofrecerle a esta misma juventud programas donde refuercen sus valores, conductas y ese valor a la vida, que pareciera son elementos en vías de extinción.

Agregaría yo a la interrogante, la actuación de algunos políticos y dirigentes afines, que con su actuar irresponsable y en muchas de ellas hasta rayan con actos delincuenciales, es lo que que se ve y hasta diría sin temor a equivocarme, van en aumento de manera exponencial.

Si eso es lo que ven nuestros queridos jóvenes, el juego vivo, como un mal arraigado, entonces no culpemos a los muchachos y no le endilguemos toda esa responsabilidad del comportamiento y el hacer caso omiso a las recomendaciones que nos dicta el Ministerio de Salud.

Y si a lo anterior le sumamos el contenido de los programas de los canales de televisión en horario “prime time”, donde colocan toca clase de series que no deben ser vistos por niños y adolescentes.

Si estamos sembrando un árbol de guanábana no pensemos que vayamos a cosechar aguacate.

Periodista y especialista en docencia superior

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