Una verdadera sorpresa ha resultado, la agenda del presidente electo José Raúl Mulino que no termina de asombrarnos.
Los ataques desenfrenados durante la campaña que iban desde la no presentación a los debates presidenciales mientras se definía la acción de inconstitucionalidad sobre su postulación quedó varias páginas atrás en libro de su vida como persona y la de los panameños como ciudadanos.
Lo que todos esperamos fue que el jefe de gobierno electo que debe tomar posesión el 1 de julio, empleara el tiempo que falta para conformar la estructura humana y administrativa que lo acompañara por 5 años, en cambio, ha empleado parte del tiempo para ello, pero además para tener los acercamientos con diversos sectores para conocer de ellos, los puntos de coincidencia.
Los ministros y viceministros de su gabinete han quedado designados, y algunos directores de entidades autónomas y semiautónomas serán designados o ratificados en las posiciones según determine el nuevo gobernante.
Pero de todo lo más importante transcurrido durante esta semana, podría señalar dos reuniones importantes. La primera de ella, la reunión con los funcionarios electos de Vamos a los cuales el propio jefe de gobierno dentro de 30 días les expresó que “no busca alquilarlos ni tampoco comprarlos”, lo que representa un golpe de timón a la política tradicional que en otros tiempos venían acompañados de nombramientos, y de relojes de alta gama que le eran entregados para demostrar el cariño que le brindaba el Ejecutivo al Legislativo.
Lo que les manda un mensaje claro a esos nuevos políticos, y es que no busquen aprovecharse del cargo de elección para hacer lo mismo que han hecho siempre, que cambian de discurso cuando asumen el poder ofreciéndose a cambio de canonjías.
Estamos claros que estas alucinaciones del poder siempre estarán ahí, pero la prueba de los inquebrantables valores familiares enseñados de padres a hijos se mantendrá presente durante 5 años, para enfrenarlos.
La segunda reunión fue con personal y pacientes del Hospital Oncológico, cuyo recorrido generalmente ocurre pasado algunos meses desde la asunción al gobierno.
Este primer paso, nos revela un aspecto humano del que no deberá despojarse el nuevo presidente, porque las personas que llegan a ser atendidas en dichas instalaciones lo hacen con una batalla emocional con efectos indescriptibles que dejan a flor de piel los temores propios de los resultados devastadores del Cáncer.
El presidente José Raúl Mulino, tiene una gran oportunidad de oro de ahora en adelante, y es recobrar la confianza de sociedad sobre quienes llegan al poder a servir o simplemente lo hacen para servirse.
