Control KPC

Esta KPC es de Primer Mundo. En Nueva York la vieron por primera vez. La sigla hasta rezuma abolengo. Estas infestaciones ocurren aun en las mejores familias. Aquí no ha pasado nada. Que no cunda el pánico.

Listillos Corp. nos garantiza que ahora sí llegamos al Primer Mundo. En todos los hospitales existen estas bacterias, las KMX, HXFE, BFKH, las HP o Harry Potter. La tuya. Estos ignorantes del Tercer y Cuarto Mundo, de los que aún quedan algunos bolsones, se sorprenden por la existencia de estos animalitos. O que viajen al más allá enfermos. ¿Para dónde quieren que vayan? ¿Quieren transportarse gratis en Metro?

Este es un teorema simple, según el sabiondo del engranaje oficial: esas personas que son huéspedes de salas de urgencias y de cuidados intensivos están más de allá que de acá; están en una balanza, que, de modo inexorable, se inclina hacia la Parca, que no anda con cuentos chinos. La Parca está echada, aunque no está demás saber el criterio de los gringos, del Centro y Control de Epidemiología de Atlanta. Aunque todo está bajo control, aseguran @rmartinelli y lasgarzas.com. Todo estuvo bajo control en los quirófanos y demás fincas del SS y lo estarán urbi et orbi. In saecula saeculorum .

A quien lo cuidan intensamente en los hospitales del Seguro, que no se queje. Saquemos de este baile al Hospital Santo Tomás/Porras. Quien quiera protestar, que vaya a reclamar al infierno. Periodistas apocalípticos, no ofendáis a Satanás.

Cuidados intensivos. Lean bien. Intensivo es que la tarea se desarrolla en forma más rápida que de común. Y con mucha fuerza y energía. Vida y muerte son muy intensas, sobre todo en sus momentos cumbres. ¿Quién es más intensa: la autoridad desinfectadora o la bacteria del Primer Mundo?

Intensas son esas bacterias KPC, de la cepa HP, que arriban como turistas, crecen, se reproducen, pero no quieren morirse, y no perdonan jabón ni desinfectantes y le están ganando la partida de ajedrez a los responsables de la limpieza hospitalaria. Bacterias intensivas de cuidado.

Esta situación no es una crisis. Gajes del oficio. Son mínimos tropiezos en el camino, imperceptibles y acomodables. Labia, ayuda. Buenas dosis de semántica, a conveniencia, también. La palabra siempre es arqueable, sobre todo si está en amenaza la popularidad. Una bacteria no quitará nuestros sueños de grandeza ni pondrá en peligro la compraventa de los corredores ni la construcción de La Tusa ni significará el fin de CC3, parece el símbolo de Saladino, ni se atravesará en la ruta del Metro. Duelen, pero solo son un detalle esas muertes en el Seguro Social.

EL AUTOR ES FILÓLOGO Y PERIODISTA