“Carne-vales”, aumento en la luz y corrupción

Gran parte de la población se prepara para el jolgorio, “carne-vales”. Famo-sos, exóticos, extravagantes, vulgares. Desenfreno y promiscuos para algunos, pero refrescantes, rumba y diversión, para otros. En fin… de todo un poco.

Parte del pueblo los espera para olvidar las penas bajo la atorrante vulgaridad y desenfreno. La angustia por sentirse cada vez más utilizados y en mayor forma. La población engañada, burlada, hasta de sus gobernantes.

Muchos olvidan los malos ratos. Otros destruyen sus vidas, por accidentes de tránsito, producto del libertinaje y la promiscuidad sexual contrayendo enfermedades venéreas, VIH y el presunto COVID.

Los problemas estomacales se dejarán sentir, por el uso de aguas impuras o de cisternas inadecuados.

Prestamistas (agiotistas y usureros), incluyendo casas de empeño, estarán a la orden de cualquier producto, inclusive muletas y sillas de rueda.

Algunas empresas televisivas y radiales, inclusive otros medios, bajo la famosa autorregulación (que ningún gobierno ha podido regular), sonsacarán a jóvenes o borrachos para realizar actuaciones inmorales, las famosas “poncheras”, mientras son filmados(as).

Toman a los jóvenes embriagados como mamarracho público. A eso llaman autorregulación. Centros “supuestamente artísticos” manipulan la diversión y efervescencia juvenil para mostrar vulgaridad y desenfreno.

Crean el morbo para incrementar su audiencia, bajo la mirada ausente de las autoridades. Les importa poco con la moral, educación y buenas costumbres. Quizás otro mecanismo para aumentar el poco importa e incrementar la corrupción.

Los “carne-vales” sirven a quienes mal gobiernan para permitir el incremento de la luz, el combustible y de hecho, el costo de vida. No hay respeto.

Tengamos presente que los “carne-vales” es el último cartucho de de este gobierno para incrementar la luz, la deuda y hacer política a costillas de los incautos.

El gobierno brinda pan y circo, quizás con el insano propósito que el desenfreno haga olvidar a la población sus luchas contra la minería y la entrega del país a la Fisrt Quantum, mediante un contrato lesivo, violatorio, por lo menos de 25 artículos de la Constitución Nacional. Dios te salve, Panamá.

Ciudadano humanista, jubilado

y patriota.