Las calles de mi país

Hoy conducir en la ciudad es casi igual que conducir por uno de los rinconcitos más apartados de nuestro país, y no porque quienes viven en los rinconcitos no tengan derecho a tener buenas calles, vías y avenidas.

Las principales calles y avenidas de la ciudad parecen la luna, llena de cráteres y a quienes nos corresponde conducir debemos tener alta pericia para esquivar los mismos sin provocar un accidente automovilístico que entre otras cosas abundan a diario en todas nuestras vías y la culpa no necesariamente es del tránsito.

Desde que desmontaron la infraestructura y el mantenimiento vial que tenía el MOP, vivimos en un calvario, a pesar de que la gran fanfarria de los gobernantes para ello fue que al estado le costaba menos, pero el resultado es que trasladaron los costos a los usuarios, porque ahora no mantienen adecuadamente las mismas, pero los dueños de vehículos tenemos que llevar nuestros carros al mecánico con más frecuencia de lo normal por daños en el sistema de rodamiento.

Yo particularmente centre mis esperanzas en el Ing. Arosemena, quien producto de su experiencia con empresas de carreteras en los Estados Unidos y donde uno de los pilares en todo es el mantenimiento, podría hacer algo mejor por mantener en buen estado nuestro sistema vial, pero estoy colgando los guantes con mis esperanzas.

No existe calle, vía, avenida, callejón donde se circule en cualquier provincia, distrito, corregimiento del país que no ocurra lo mismo; al menos pongan parche y que lo que tenemos no se termine de deteriorar.

Conozco de los esfuerzos del gobierno nacional por llevar caminos carreteros a donde no se tenían, y que lo que se construye sea más seguro, pero eso no nos alcanza ni puede servir de pretexto para dejar perder lo poco que se tiene.

Señor ministro, manos a la obra que no solo requerimos de la nueva infraestructura vial que es necesaria y de manera urgente, pero esto a su vez debe ir de la mano con un plan de mantenimiento que dé solución a cuanto hueco y cráter emerge como hongo por todas partes.

De esto depende entre otras cosas que disminuyan los accidentes de tránsito, llevar algo de ahorro al bolsillo de los dueños de vehículos, pero sobre todo a la buena imagen que brindamos del país.

Exsecretario general CGTP