Asilos políticos

Una vez más vuelve el tema del asilo político y en esta ocasión es en Panamá, cuando el  gobierno de Nicaragua anunció que ha concedido asilo político al expresidente Ricardo Martinelli, y la noticia salta a los medios nacionales y extranjeros.

Haya de La Torre

Pero si hacemos memoria, la historia registra uno de los casos de más larga duración de un asilado en una embajada.  Y fue el de Víctor Raúl Haya de La Torre , quien pasó a la historia como “El Señor Asilo”.

Víctor Raúl  recibió el salvoconducto para viajar  a México, haciendo escala en Panamá, Nicaragua y Guatemala. Un periodista nica diría: "Gentes del pueblo y niños se le acercan. Un limpiabotas de apenas 10 años le saluda con alegría. Sorprendido Víctor Raúl le pregunta: “Pero, ¿sabes quién soy yo?”. El muchacho responde: “Claro, Haya de La Torre….El Señor Asilo”.

El 3 de octubre de 1948 se produce un levantamiento militar.  Se acusa a Víctor Raúl. El 16 de noviembre se dictó un edicto donde Haya de la Torre debía comparecer ante un juez. Pero en enero de 1949 Haya de la Torre se asiló en la Embajada de Colombia en Lima.

El lunes 3 de enero de 1949 a las 9:00 pm, un hombre llega a la puerta de la Embajada de Colombia en Lima: “Soy Víctor Raúl Haya de la Torre y solicito asilo político”. De inmediato, es acogido. Se cierra la puerta, y su asilo dura cinco años.  El General Odria era el mandamás de Perú. Y consideraba a Haya de la Torre un delincuente. Era el jefe del movimiento político Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA).

El 4 de enero de 1949 el embajador de Colombia en Lima, Carlos Echeverry Cortés, comunicó al gobierno de Perú que había concedido asilo a Haya de la Torre, pidió que se expidiera un salvoconducto que permitiera al asilado abandonar Perú. El 14 de enero la Embajada de Colombia en Perú comunicó que el solicitante había calificado como asilado político. El gobierno de Perú rechazó esa calificación y se negó a conceder salvoconducto.

Comienza una correspondencia diplomática que termina con la firma en Lima, el 31 de agosto de  1949, de un acuerdo donde los dos gobiernos convinieron en someter el caso a la Corte Internacional de Justicia.   La Corte concluyó, por tanto, que la concesión del asilo no se ajustaba al párrafo 2 del artículo 2 de la Convención de La Habana.

Por unanimidad se indicó que el asilo debía haber cesado una vez pronunciado el fallo del 20 de noviembre de 1950, y que debía finalizar.

En 1951 se revisó el fallo y se concluyó que el gobierno peruano no había probado que los supuestos delitos de Haya constituían crímenes.

En síntesis, Colombia no estaba obligado a entregar a Haya de la Torre a Perú ni el Perú estaba obligado a otorgar salvoconducto.

Cinco años después, o sea el martes 6 de abril de 1954, el ministro de Justicia del Perú, Alejandro Freundt, notificó a la Embajada colombiana la decisión de su gobierno de permitir la salida de Haya de la Torre hacia el exilio. El 6 de abril de 1954, “El Jefe” o mejor dicho “El Señor Asilo" recibiría salvoconducto para abandonar Perú, luego de cinco años, tres meses y  tres días.

Rafael Simón Urbina

Rafael Urbina, venezolano, y quien vivió en Panamá, antes de venir a Panamá se había tomado la Isla de Curazao, trayendo consigo como trofeo de guerra la bandera del Congreso de Curazao y una pistola de oro del titán de bronce Antonio Maceo. Dicha arma permaneció en una mano anónima, perdiéndose en Panamá.  Por un incidente con el embajador de Venezuela en Panamá, por el arma de Maceo, fue sacado de Panamá.

Participa en el golpe de Estado contra Carlos Delgado Chalbaud el 13 de noviembre de 1950. Delgado Chalbaud es ultimado en el transcurso de una pelea, mientras Urbina es herido accidentalmente en una pierna. Al fallar el plan, se refugia en la embajada de Nicaragua, donde unos dicen que la Seguridad Nacional lo saca por la fuerza.

El gobierno de Venezuela cortó la luz, el agua, suspensión de entrada de comida y se llega a un acuerdo, donde el gobierno le garantizó su vida, pero confiado en la promesa, abandona la embajada y se entrega y Urbina es llevado a la cárcel del Obispo en el barrio El Guarataro de Caracas y, esa misma noche, es asesinado durante su traslado a la cárcel Modelo.

La pistola de oro de Maceo, fue decomisada durante la represión del 'viernes negro' en Panamá.

Manuel Antonio Noriega

El otro asilo es el de Manuel Antonio Noriega, donde monseñor Agustín Laboa, una vez que Noriega entró a la Nunciatura, Laboa llamó al general estadounidense Marc Cisneros, y este al llegar, Laboa le dice. “Noriega está allí, yo le abro la puerta y usted lo pesca”.  Nunca se supo quién cobró el millón de dólares que se ofreció por el soplo.

Más recientemente está el asilo de Assenge de los Wikieleaks,a quien la Embajada de Ecuador abre las puertas para que la policía inglesa entre y se lo lleve.

Y hoy tenemos el asilo de Ricardo Martinelli, del cual todavía tenemos que esperar su  desenlace.  ¿Concederá Panamá el salvoconducto?