- domingo 26 de octubre de 2025 - 12:00 AM
Una expulsión a estas alturas del juego desequilibra a cualquiera y si hablamos del periodo académico interrumpido para un chico que está en plena formación llama mucho más a la reflexión. Ese es uno de muchos contrastes y situaciones difíciles a las que tenemos que enfrentarnos en el sistema educativo panameño. ¿Quién ha fallado?, ¿El estudiante, los padres, la escuela, las autoridades, etc.?. ¡Todos!. Y es que la efectividad del sistema educativo es tema integral.
Las expulsiones, generalmente por comportamientos inadecuados, tienen orígenes profundos de desatención en el hogar, de desequilibrios en el ser que les aleja del sentido a pertenecer a un grupo (en este caso escuela y compañeros), por citar algunos ejemplos.
Este tema surge a propósito de la conmemoración del Día del Estudiante, este 27 de octubre, fecha que nos permite hacer un alto y poner en perspectiva pros y contras para enmendar, aportar y sobre todo ser parte de las respuestas y no del problema.
El Día del Estudiante es una fecha que nos llena de regocijo porque evocamos alegrías, tristezas, aprendizaje divertido y otro no tanto mas siempre tenemos presente que es una época entrañable.
¡Ah y es que los tiempos han cambiado!. Por supuesto que sí, así es la vida. Antes la mecanografía con el teclado pintado para ocultar letras y números representaba terror. Hoy prácticamente nuestros niños nacen con una forma de escribir tan rápida, alimentada por los dispositivos al alcance de sus manos.
La vida es constante aprendizaje, es decir, somos eternos estudiantes; por eso y más digamos sí a la formación, a la integración y a la enseñanza con amor y disciplina.
