- miércoles 20 de septiembre de 2017 - 12:00 AM
¡ABRE tu Biblia, léela y oye la voz de Dios!
Un jubilado invirtió todos sus ahorros comprando un terreno, en cuyo centro había un depósito. Durante quince años, nadie se había interesado en romper los grandes cerrojos, para ABRIR las puertas de aquel depósito. Esa fue la primera tarea que acometió el nuevo dueño. Y al ABRIRLO, descubrió un gran tesoro de cientos de autos de colección: Fiat Cabriolet 1200, Ford Cortina MKII, Mercedes Benz 180/19, Ford Y, Austin Martin, Porsche 356, y más, muchos más. Y cerrada, como aquel depósito, hay muchas Biblias en tantas casas y oficinas, unas veces como parte de la decoración, otras mostrando un SALMO… como si se tratara de un amuleto. Sin embargo, te invito a que hagas como Jesús, quien al ABRIR la Escritura en una sinagoga por primera vez ‘encontró el texto', encontró la porción del Libro de ELÍAS donde se prometía la venida del Mesías. Es decir, ¡se topó consigo mismo y Su propósito! Entonces, dijo Jesús en el mismo pasaje:‘hoy se ha cumplido esta Escritura'. ABRE tu Biblia, allí hay ‘una Escritura que se cumplirá en tí', ya sea para salvarte, para consolarte, levantarte, animarte, llenarte, sanarte, prosperarte, calmarte, para guiarte. Sólo ABRE la Biblia con fe, Dios quiere hablarte, responderte, explicarte, acompañarte. ¡ÁBRELA!, en la Escritura hay un tesoro aún más valioso que aquel que encontró el anciano en aquel depósito que estuvo cerrado durante 15 años. ¡ABRE tu Biblia, léela y oye la voz de Dios!