- sábado 04 de noviembre de 2023 - 12:00 AM
El líder del grupo chií libanés Hizbulá, Hasán Nasrala, rompió ayer su prolongado silencio para anunciar que si bien no descarta una ‘guerra extensa' con Israel, serán los pasos del Estado judío en Gaza y el Líbano los que determinen el rumbo de los actuales choques fronterizos.
‘Todos debemos estar preparados para todas las posibilidades', sentenció el clérigo, en su primer discurso público desde que el pasado 7 de octubre estallara la guerra de Gaza y de que un día después Hizbulá se enzarzara en fuertes ataques cruzados con Israel a través de la divisoria con el Líbano.
La intensidad de los enfrentamientos, con misiles y bombardeos aéreos, reavivó los miedos de los libaneses a que la formación chií decida librar una guerra abierta contra Israel como hizo en 2006 y movió a muchos de ellos a pegarse al televisor para seguir las palabras de Nasrala.
‘El frente del Líbano y su escalada dependen de dos cosas: el desarrollo de los acontecimientos en Gaza y cómo se comporte el enemigo sionista hacia el Líbano', explicó el secretario general.
Nasrala confirmó que su grupo ha perdido ya a 57 miembros en el estallido de violencia, pero aplaudió cómo su lucha está sirviendo para ‘aliviar la presión' sobre Gaza y para que Israel desvíe a su divisoria con el Líbano recursos que de otro modo podría emplear contra el enclave.
Un acto de disuasión
Además de una muestra de ‘solidaridad' con la Franja, los ataques de Hizbulá buscan ser una medida ‘disuasoria' para evitar futuras acciones israelíes contra el Líbano, cuyo territorio ya estuvo ocupado por el país vecino durante casi dos décadas.
‘Las operaciones de la Resistencia en el sur dicen a este enemigo que puede pensar en agredir el Líbano que si lo hace cometerá la mayor estupidez de su historia', defendió el jefe del movimiento político y armado libanés, el más acérrimo enemigo del Estado judío.
Además, la formación es uno de los miembros más importantes de la denominada Resistencia Islámica, una alianza informal antiisraelí capitaneada por Teherán y de la que forman parte Siria, facciones palestinas y otras milicias regionales.
Algunos de sus integrantes ya han lanzado acciones en apoyo del movimiento islamista palestino Hamás -como grupos armados iraquíes o los rebeldes hutíes del Yemen-, si bien todos los ojos están puestos en Hizbulá y la posibilidad de que el Líbano se convierta en un segundo frente la guerra de Gaza.
Nasrala negó que, como muchos creen, sea Irán quien decide sobre la participación de esos grupos en el conflicto y dio a entender que la declaración de una posible guerra está únicamente en sus manos.
‘Irán apoya, pero no tiene nada que ver en la decisión de la Resistencia. La decisión la toman los líderes de la Resistencia', zanjó el clérigo chií, al desvincularle también del asalto de Hamás a Israel el pasado 7 de octubre, ‘una operación 100 % palestina', en sus palabras. ‘Gaza tendrá la victoria', reivindicó Nasrala.