Boko Haram hace uso de unos 200 niños como atacantes suicidas en tres años
- viernes 24 de julio de 2020 - 1:26 PM
El grupo yihadista Boko Haram hizo uso de al menos 203 menores, la mayoría niñas, para perpetrar ataques terroristas suicidas entre enero de 2017 y diciembre de 2019, reveló este viernes la ONU en un informe sobre Nigeria.
"Los niños de Nigeria y países vecinos continuaron sufriendo horrendas violaciones cometidas por Boko Haram", aseguró la representante especial del secretario general de Naciones Unidas para la Infancia y los Conflictos Armados, Virginia Gamba.
Este documento verifica, en un periodo de casi tres años, un total de 5.741 violaciones graves contra menores, siendo la más común su reclutamiento (3.061) y posterior uso como "niños bomba" -146 niñas y 57 niños-, esclavas sexuales o en tareas de apoyo como cocineros o porteadores.
Además, al menos 1.133 menores murieron o fueron mutilados en el noreste de Nigeria a causa de ataques de Boko Haram, mientras que otros 280 lo fueron como consecuencia de ofensivas de las Fuerzas de Seguridad nigerianas.
Otras violaciones señaladas son casos de violencia sexual, arrestos por la supuesta vinculación de los menores o de sus padres con el grupo yihadista o la negación de acceso humanitario.
Sin embargo, según señala el documento, de los 3.061 casos de reclutamiento, 1.385 se debieron a Boko Haram, "la mayoría a través del secuestro", mientras que más de 2.000 fueron fruto de la Fuerza de Tarea Conjunta Civil (CJTF), un grupo local de apoyo a las Fuerzas de Seguridad nigerianas formado en 2013.
En septiembre de 2017, este grupo firmó un plan de acción junto a la ONU y UNICEF para poner fin a esta práctica. "El progreso ha sido constante y no se han verificado nuevos casos de reclutamiento y uso desde la firma del plan de acción", especificó Gamba en el texto.
Boko Haram fue creado en 2002 en la localidad de Maiduguri (noreste de Nigeria) por el líder espiritual Mohameh Yusuf, con el propósito de denunciar el abandono al que las autoridades habían sumido a un marginado y empobrecido norte del país.
En aquel momento, sólo efectuaba ataques contra la policía nigeriana, al representar al Estado, pero desde que Yusuf fue abatido por agentes en 2009 el grupo se radicalizó e inició una sangrienta campaña para imponer un Estado de corte islámico.
Desde entonces, el noreste de Nigeria -y en los últimos años las áreas de Camerún, Chad y Níger fronterizas a su vez con la cuenca del lago Chad- viven bajo una doble amenaza yihadista.
En la última década, Boko Haram y su escisión el Estado Islámico en la provincia de África Occidental (ISWAP) han asesinado a más de 27.000 personas y desplazado de sus casas a cerca de tres millones, según datos de la ONU.