- lunes 01 de abril de 2024 - 12:00 AM
La situación en Haití permanece en un punto muerto, después de un mes de que comenzara la escalada de caos y violencia y sin haberse establecido aún el consejo que debe liderar la transición en el país, donde no se celebran elecciones desde hace casi ocho años.
Desde hace un mes, la empobrecida nación caribeña vive una escalada de la violencia a mano de las bandas armadas, que se aliaron para pedir la dimisión del primer ministro, Ariel Henry, y que el 2 de marzo, en medio del caos y el horror, atacaron dos de las principales cárceles, de las que habrían huido unos 3.600 reos, muchos de ellos bandidos conocidos por su extrema crueldad.
La gravedad de los hechos, que han obligado a cerrar escuelas, hospitales y aeropuertos.
Ariel Henry, que asumió el cargo en junio de 2021 tras el asesinato del presidente Jovenel Moise, no ha podido regresar a su país y actualmente se encuentra en Estados Unidos tras varios días varado en Puerto Rico, desde donde el 12 de marzo aceptó renunciar para dar paso a un Gobierno de transición en Haití, donde no se celebran elecciones desde noviembre de 2017 cuando el malogrado gobernante fue electo.
Sin embargo, tres semanas después de que se informara de su formación, el Consejo Presidencial, encargado de llevar a cabo la transición, sigue sin realizar su toma de posesión oficial, a la que, según lo acordado, seguirá el nombramiento de un primer ministro, con el que formará un Gobierno de Unidad Nacional.
Una vez que dicha institución esté implementada, Henry dejará el poder en la empobrecida nación cuya situación, según la ONU, es un “cataclismo” con más de 1.500 muertos a manos grupos armados en lo que va de año.
En su primera comunicación, emitida esta semana, el consejo prometió estabilidad y devolver al país al camino de la legitimidad democrática y la dignidad.