La noche de este miércoles 2 de abril, Armando Ibargüen Ferguson, de 56 años, fue acribillado en la barriada Roberto Velásquez, en el corregimiento de Pedregal. La víctima fue sorprendida por dos sujetos desconocidos, quienes le dispararon en la cabeza cuando se encontraba cerca de su residencia en el sector de San Joaquín.

De acuerdo con las informaciones, los moradores escucharon detonaciones en el área conocida como la Martinelli y procedieron a llamar a la Policía Nacional.

Tras acudir al lugar, los agentes detectaron a dos sujetos sospechosos y tras ser perseguidos, se originó un intercambio de disparos entre los sicarios y los agentes policiales.

Los delincuentes lograron escapar, pero en medio de la persecución dejaron caer un arma de fuego tipo mini uzi con su respectivo cargador. Se sospecha que estos hombres podrían estar vinculados al crimen de Ferguson.

Se informó que en el sector de la Ersa, muy cerca de una vereda en donde ocurrió el ataque, los peritos de criminalística del Ministerio Público dieron con el hallazgo de seis casquillos de bala y una munición que fueron puestos a órdenes de las autoridades para recabar las evidencias e iniciar las investigaciones.

Ferguson fue trasladado por sus familiares a la policlínica Dr. JJ Vallarino en Juan Díaz, donde se confirmó su fallecimiento.

La víctima tenía antecedentes penales por robo.

La ejecución de Ferguson podría estar vinculada a la guerra entre las pandillas “HP” (Humildad y Pureza) y “MF” (Mafia Filipina).

La violencia generada por estas bandas sigue siendo un reto importante para las autoridades, quienes están buscando implementar estrategias más efectivas para disminuir estos incidentes y controlar el creciente problema de inseguridad.

Según el conteo de El Siglo, el pasado mes de marzo se reportaron 43 asesinatos en el país.