El tamborito: Canto, baile y ejecución

‘Tambores Vengan Sereno' es una de las tantas tonadas de tambor que interpretaban las cadenciosas y bien timbradas voces cantalantes.
  • domingo 15 de diciembre de 2019 - 12:00 AM

‘Tambores Vengan Sereno' es una de las tantas tonadas de tambor que interpretaban las cadenciosas y bien timbradas voces cantalantes de pueblos como Ocú, Santa María, El Rincón de Santa María, Ponuga y otros, donde, aún en este nuevo siglo, se resisten para que estas viejas costumbres no sufran transformaciones o cambios, ya que la función específica que tienen es la de alegrar a la colectividad. Recordemos que la evolución es un proceso indiscutible en toda cultura; no obstante, esta evolución se da en base a múltiples factores que influye en los pueblos, tales como la penetración cultural, las comunicaciones en masa entre otras. La televisión, por ejemplo, ha reemplazado las famosas veladas que hacían los maestros en las comunidades. Para bailar el Tambor o Tamborito, considerado el baile nacional de Panamá por excelencia y que ha recorrido todos los rincones del mundo a través de sus ejecutores, es necesario una buena intérprete, mejor conocida como cantalante, y un buen grupo de mujeres que acompañen con el coro y las palmadas, a eso, le agregamos unos buenos tamboreros que, para las regiones de Azuero y Veraguas, utilizan tres instrumentos a saber: la caja, que lleva el ritmo y compás de la cantalante, se ejecuta con dos bolillos o baquetas, el pujador, que lleva el acompañamiento de la caja, el sonido es grave y su ejecución depende del instrumentista y el repicador, encargado de llamar a la pareja para que haga los tres golpes, su sonido es un tanto agudo, fino. Un buen baile de tambor depende de varios factores, pero los más importantes son una buena cantalante y unos buenos tamboreros.

Variantes del Tambor: según la región que lo practique, así son los ritmos; pero en las regiones de Azuero (Herrera, Los Santos) y Veraguas, solamente las variantes son dos:

El tambor norte, cuyo ritmo es un 2/4 con cadencia, lento, para que la cantalante no estropee las cuerdas vocales. El Tambor Corrido: su nombre lo indica. Es un tanto más acompasado, más movido. Este ritmo, que es un 6/8, lo practican mucho en Los Santos incluyendo, desde luego, Las Tablas, San José, La Palma, Pedasí, Pocrí y Tonosí. Destacamos, además, que el baile del tambor consiste en rendirle culto o reverencia a los tambores. Vestuario para bailar el tambor: para efectos de presentaciones de gala con grupos de proyección folclórica, la mujer usa pollera de gala, basquiña o traje de calle, si el tambor es de manera informal. El vestuario del hombre consiste en sombrero blanco ocueño o pintado, camisilla blanca, pantalón negro y zapatos negros. En conclusión, el tamborito o baile de tambor lo baila el que quiere. Su origen es negroide, pero ha tenido una gran aceptación por los grupos hispánicos; su ritmo es muy contagioso, por eso, seguimos sustentando que es el baile nacional por excelencia, se puede decir que el tambor panameño ha unido las diferentes etnias existentes en nuestro territorio. Ocú, al igual que pueblos como Chitré, Monagrillo, La Arena, El Rincón, Parita y Santa María, en el advenimiento de este nuevo siglo, no permitirán, en ningún momento, cambios que alteren la esencia del hecho folclórico.

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