- viernes 20 de marzo de 2020 - 12:00 AM
Cuento. ¿Desde aquí? – preguntó – y sin esperar respuesta se adelantó. Corrió, trepó, con desesperación, tropezó, cayó un par de veces, pero siempre se levantó. El terreno no era parejo, estaba lleno de malezas, arbustos, piedras.
Mientras subía el cerro pensaba en lo que encontraría al otro lado. Maldijo al cabrón que le dijo todo estaba cerca y se río de los cobardes cansados que se quedaron atrás.
¡Joder! Que estaba lejos la cima. Pero subió sin mirar hacia atrás.
A dos varas de la cumbre, se detuvo y respiro con profunda ansiedad. Subió y miró maravillado el inmenso mar que se abría a lo lejos ante sus ojos por primera vez. El mar azul en cuyas orillas encontraría el camino al oro.
Gritó, saltó, rezó, blasfemó y se olvidó de toda la sangre y de todos los muertos sobre los que escaló para conquistar el oro que un día le costaría la cabeza.