Nolis Díaz y el arte de vivir de la décima

El trovador de décima Nolis Díaz suma casi cinco décadas de trayectoria dedicadas a esta expresión del folclore panameño, una práctica que, según explicó, ha logrado mantenerse vigente pese a los cambios sociales y culturales del país.

Su vínculo con la décima se originó en el entorno familiar a los 19 años de edad, cuando tan solo tarareaba sus primeros versos; sin embargo, no fue hasta los 24 cuando decidió asumirla de manera profesional, con contratos formales y presentaciones constantes.

Para el trovador, la décima sigue siendo uno de los legados más valiosos heredados del poeta español Vicente Espinel y, aunque su raíz se mantiene profundamente ligada al área rural, desde sus inicios ha logrado abrirse paso hacia otros escenarios, incluyendo la ciudad capital.

Recordó que durante años fue impensable realizar una fiesta patronal sin la presencia de la décima y que lugares emblemáticos como jardines y salones de baile reunían a personas del interior que acudían exclusivamente a disfrutar de las cantaderas. “Aunque muchos de esos espacios han cerrado, otros han surgido en lugares como Panamá Este, Chepo, Colón, La Chorrera y diversas provincias del interior, donde la actividad sigue viva”, afirmó.

Díaz explicó que el oficio del cantor va más allá de subir a un evento a cantar, ya que el dominio en diversos temas y una buena capacidad de improvisación son herramientas esenciales. “El mejor alimento para quienes se dedican a esto es conocer décimas. Mi abuelo y mi papá siempre me decían que tratará de tener una décima de cada tema para poder responder a los demás cantores”, agregó.

Hoy, Nolis Díaz reconoce que sí es posible vivir de esta tradición, siempre que el artista asuma el compromiso de administrar sus ingresos y proyectar su futuro, una reflexión, que según comenta, es basada en la experiencia de colegas que no lograron sostenerse económicamente tras su retiro.

“Actualmente, en general, por presentaciones se cobran entre 250 y 300 dólares. Para mis primeras presentaciones apenas cobraba 12 dólares. Ahora los precios se han disparado demasiado como en todas las cosas, incluso los jóvenes que recién empiezan también suelen cobrar estas cantidades”, aseguró.

De acuerdo con el trovador, en Panamá existen entre 90 y 95 cantadores de décima reconocidos a nivel nacional, de los cuales 48 se encuentran agremiados en La Unión Nacional de Cantores y Artistas Profesionales de la Décima Panameña.

En ese contexto, Díaz también se refirió al impacto de la pandemia, la cual representó uno de los golpes más duros para el sector cultural. No obstante, destacó que gracias al apoyo del Ministerio de Cultura se logró mitigar el impacto mediante iniciativas como el programa “Cantadera por Carretera”, que permitió generar ingresos y mantener activa la tradición en distintas provincias, bajo estrictas medidas sanitarias.