Javier Alvarado: “La poesía es un testimonio de que no nos deshumanizamos”

- martes 06 de mayo de 2025 - 7:00 AM
Por Tamara Morales Orozco
Granada, España. En una ciudad donde la poesía late en sus plazas, muros y monumentos, el poeta panameño Javier Alvarado se convierte en una de las voces protagonistas del Festival Internacional de Poesía de Granada (FIP), evento que rinde tributo al legado de Federico García Lorca y convoca a poetas de todo el mundo en un intercambio cultural sin fronteras.
Conmovido por su participación y, especialmente, por haber sido galardonado con el Premio Fuente Vaqueros, Alvarado describe su presencia en este festival como una experiencia profundamente simbólica: “Es una gran satisfacción representar a mi Panamá y a Centroamérica en este mestizaje de la palabra”, dice, evocando los ecos del Romancero Gitano que escuchó por primera vez en un concurso escolar en su país.
Para el autor, festivales como el de Granada constituyen mucho más que una cita literaria. “Ofrecen un espacio de convivencia personal y cultural con poetas de Europa y de otras latitudes y con la gente. Este contexto granadino es mágico y formidable”, señala. Y va más allá: “Es en estos espacios donde desaparecen las fronteras literarias y culturales. Nos unimos en la patria de la poesía”.
Un premio con raíces profundas
El Premio Internacional de Poesía de Fuente Vaqueros, nombrado en honor al pueblo natal de García Lorca, fue otorgado a Alvarado por un poemario que, según el jurado, representa una renovación lingüística. Para el autor, el reconocimiento fue una sorpresa emotiva. “Me conmovió al punto que tuve que calmar la emoción; la alegría me desbordó. No lo podía creer. Si el jurado vio una renovación en el lenguaje, eso lo tendrán que compartir los lectores del libro o no; cada uno tendrá su vivencia con el mismo y podrá dar sus opiniones. En cuanto a mí, como testimonio, puedo decir que tomé otro acento; una poesía más narrativa, más descriptiva, pero sin dejar de lado la metáfora”, afirma.
En cuanto al trabajo premiado, se trata de una colección de poemas que rinde homenaje a figuras femeninas de la literatura en lengua inglesa, como Virginia Woolf, Maya Angelou y Louise Glück. El libro, explica Alvarado, nació de un impulso genuino por indagar en la sensibilidad femenina y en el papel de la mujer en la creación artística.
“Siempre he valorado la literatura escrita por mujeres; hay una sensibilidad diferente e inclusive cuando hago rescates, hago hincapié en ello.No tenía pensado un libro; pero poco a poco ellas me escogieron y luego de leerlas, investigué y ahondé más en sus biografías y se fue dando la colección. Hay un número considerable de poemas homenajes a escritoras en lengua inglesa y a la condición de ser mujer (el poema Las mujeres hortelanas), una loa a las mujeres del campo”, afirma.
Inspirado tanto por lecturas como por la memoria de las mujeres fuertes que marcaron su vida familiar, compuso una obra que mezcla homenaje, exploración estética y compromiso. “Yo crecí rodeado de mujeres fuertes y en el matriarcado; a ellas y a Federico García Lorca, le dedico esta colección de poemas”, resalta.
Poesía y resistencia
En un mundo hiperconectado, digitalizado y marcado por el vértigo, ¿tiene aún sentido la poesía? Para Javier Alvarado, la respuesta es rotunda: “La poesía es una forma de resistencia sensible. La celeridad de la vida y lo digital muchas veces generan barreras en la comunicación. La poesía, en cambio, abre puentes, nos humaniza”.
Ese compromiso con lo humano, con lo social y con lo histórico es una constante en su obra. “He escrito sobre la muerte, sobre gestas sociales, sobre la historia”, comenta. En ese marco, su trabajo reciente se hermana con otra colección que será publicada próximamente en Estados Unidos: Saudades, un homenaje a poetas de diversas tradiciones. Cuaderno inglés de poesía feminista se centra en mujeres escritoras en lengua inglesa. Fue auscultar el alma femenina y sus creaciones y escribir sobre esa experiencia desde mi interior”, explica.
El poeta panameño no elude los desafíos que enfrenta la poesía en América Latina. Señala la represión política, la desigualdad económica, “Estamos viviendo épocas turbulentas políticamente; hay represión; hay alto costo de la vida; descontento con los gobiernos de turno: falta de oportunidades y mala distribución de la riqueza. La historia se repite en muchos casos en ciertas geografías”, menciona. Añade la banalización de la producción literaria como obstáculo actual. “No todo lo que se publica en papel o en redes tiene valor literario”, advierte.
Y añade con preocupación: “Hace unos años, la poeta mexicana Gloria Gervitz me dijo: ‘Hoy día, la poesía la miden de la mediana para abajo’. Y tenía razón”.
Un legado que cruza océanosEl vínculo entre Javier Alvarado y Federico García Lorca no es meramente académico o literario: es profundamente emocional. “Rememoro las primeras ediciones de Lorca que llegaron a mis manos... Lo que me maravilló fue su tremenda musicalidad, el ritmo, los acentos”, relata. En una visita anterior a la Huerta de San Vicente —la casa-museo del poeta—, Alvarado recuerda haber acariciado un escritorio con la esperanza de invocar su espíritu. “Y ahora estoy aquí, con esa magia del duende”, concluye.
Al recibir el galardón, el poeta panameño no sólo celebra un reconocimiento a su trayectoria, sino también reafirma su fe en la poesía como una herramienta de transformación, resistencia y esperanza. Como él mismo cita: “La poesía seguirá siendo una plataforma de denuncia, testimonio y sensibilización; como diría José Ángel Valente, ‘a modo de esperanza’”.