Hijo de Cuarón fue objeto de burlas
- lunes 25 de febrero de 2019 - 8:33 PM
Uno de los momentos que se robo la atención de muchos televidentes la noche de este domingo durante la transmisión de los premios Oscar 2019, fue la intervención de Alfonso Cuarón, a su paso por la alfombra roja.
Pero no fue el director el que provocó tanto interés, si no su hijo, Olmo Teodoro, que se encontraba detrás de él haciendo muecas.
Estos gestos que fueron inexplicables para muchos se convirtieron en objeto de burlas en cuestión de minutos en las redes sociales que se inundaron de memes con la cara del joven de trece años.
Olmo Teodoro a diferencia de lo que se pudo llegar a pensar no estaba tratando de atraer a las cámaras, su comportamiento se debió a al autismo, una condición que padece desde pequeño.
Los fanáticos de Cuarón, condenaron los chistes que se hicieron y pidieron respeto por las personas que viven con autismo, a los que no se les hace fácil asistir a este tipo de eventos donde abundan las personas, las luces y el ruido.
Pero esta noticia no es nada nuevo ya que en el año 2008, el ganador de tres Oscars lo dio a conocer ante los medios de comunicación.
Olmo es el menor de los hijos de Cuarón. El primero, Jonás Cuarón, de 37 años, y fruto del primer matrimonio del director mexicano con Mariana Elizondo. Tess y Olmo, son el resultado de su segundo matrimonio con la actriz italiana Annalisa Bugliani.
Autismo
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno neurobiológico del desarrollo que ya se manifiesta durante los tres primeros años de vida y que perdurará a lo largo de todo el ciclo vital.
Los síntomas fundamentales del autismo son dos:
• Deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social.
• Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.
Algunos de los indicios que pueden ser indicativos del TEA en los niños son:
• En el parvulario y en la escuela, hay falta de interés por los otros niños.
• Se establece poco contacto visual y no observan la expresión de la cara del interlocutor cuando juntos están viendo alguna cosa inusual. No acostumbran a realizar la sonrisa social.
• Su lenguaje, si existe, es literal (no entienden las bromas, los chistes, los dobles sentidos ni las metáforas).
• Evitan el contacto físico o les gusta más bien poco. Acostumbran a tener hipersensibilidad táctil, olfativa, gustativa y auditiva.