- domingo 21 de mayo de 2017 - 12:00 AM
Todo el mundo cree que puede ser artista. Ser artista es complicado por las constantes fluctuaciones e inestabilidad económica, emocional y laboral que se vive. El ser artista es reconfortante, porque da felicidad, pero crea un sin números de condiciones que suponen ser ‘la vida del artista' y estas se sufren y se gozan.
Hacer arte es más que la finalización de una pieza o el reconocimiento del público. Conlleva mucho tiempo y dedicación. La carrera en las artes es tan difícil como cualquier otra en la que se estudia, se trabaja, se cambian conceptos y se innova.
Muchos pseudo-artistas buscan solo fama, la fama no tiene que ver con talento, tiene que ver con la oportunidad. Ahora hay muchas oportunidades para ser famosa/o sin talento o esfuerzo.
El verdadero artista esta siempre en busca de un movimiento conceptual, una idea creativa y un cambio en el mundo. Lo demás es concepción falsa de un artista. Hay que disfrutar cada momento de la vida, pero hay que saber de donde uno viene y hacia donde uno quiere ir.
Decía un reconocido cantante brasileño, Seu Jorge: ‘La música es una mujer guapísima que se acuesta con todo el mundo, duerme con todo el mundo y tiene poco tiempo para darte. El que la quiera tiene que aceptarla de esa manera.'
Cuando pasa el tiempo y el artista vive las experiencias comienza a saber que no todos los tiempos son de gran inspiración, pero cuando llega uno la atiende lo mejor posible aunque sea por un tiempo diminuto. Ya que se sabe que algo significativo ocurrirá. El que ama al arte la acepta como es, al igual que el que ama a una persona. Solo hay que saber que se ama y que tan dispuesto se esta a seguir amando.
El artista, es y siempre será amor hacia su arte y hacia lo que le rodea. Hay que darle importancia a nuestros artistas, para así poder ver el humano que esta allí dentro queriendo cambiar el mundo y estar pendientes a lo que están logrando.