- sábado 02 de diciembre de 2017 - 12:00 AM
HISTORIA
Las manifestaciones folclóricas de un país hay que buscarlas en la raíz de su formación cultural, obedeciendo a la idiosincrasia de sus primeros pobladores.
Los pueblos pueden enriquecerse o incrementarse con costumbres de diferentes regiones, tomando en consideración el asentamiento de individuos, con otras costumbres diferentes como es el caso, los que han emigrado de Los Santos, hacia otras regiones, entre esas Darién, Colón y la ciudad de Panamá (San Miguelito), donde también han llevado su cultura, costumbres, tradiciones, hábitos y hasta el folclor.
Otro ejemplo son ocueños que residen en Darién, pero aún más cerca en Cerro Silvestre, casi que la mayoría emigraron de campos de Ocú, (Cerro Largo, Tijera, Los Llanos), ellos han llevado las costumbres de Ocú, en cuanto a los bailes de mejorana, cumbias, y los siguen practicando, entre otros recordamos a Luis Antonio González, que tiene un grupo de niños aprendiendo a bailar y ejecutar la mejorana en Arraiján y La Chorrera; otros que emigraron y están haciendo buena campaña artística, Chabelo Moreno y su familia, oriundos de Entradero de Tijera, hoy Entradero del Castillo.
Es conocido que el folclor no es estático. Por ejemplo, veamos como un medio de transporte deja de ser funcional para convertirse en tradicional, nos referimos en esta ocasión a la carreta, que por muchos años, unió comercialmente a Azuero (Chitré y Los Santos), Veraguas y Coclé.
Bolívar Rodríguez, de Chitré, nos manifestó que don Nino Rodríguez, su papá, fue un excelente constructor de carretas, constructor de mejoranas, cantador e improvisador de la décima espinela. Nuestra fuente, (don Bolívar), nos manifestaba y aun lo plasma en su obra, ‘Mi padre, carretas y carreteros', que las rutas más comunes fueron desde el puerto de El Agallito, hacia los pueblos de Macaracas, Llano de Piedra, Pesé, Las Minas, Ocú, Puerto Mutis, Divisa hasta Aguadulce.
Más de sesenta carreteros y sus respectivas yuntas, registra Bolívar en su obra, poco conocida por las nuevas generaciones. Los puertos de El Agallito, el de Mensabé, el de Aguadulce y Puerto Mutis, entre otros, eran los centros donde el tráfico de productos, enseres, alimentos y artículos de primera necesidad, eran requeridos por residentes de estos pueblos: café, tabaco, fósforos, alambres de púas, ropa china, machetes, harina por quintales, jabones, perfumes, y mucho más.
La carreta, que ayer fue pieza importante en el desarrollo de los pueblos, ha dejado de ejercer la función de medio de transporte, debido a los adelantos tecnológicos.
La carreta deja de ser funcional como elemento de trabajo y pasa a ser tradicional, ya que cumple la función de atracción principal desfiles folclóricos, como: el desfile del 19 de octubre en Chitré, dicho sea de paso, se registra esta fecha pero de octubre de 1948, como el primer y más grade de los desfiles de carreta en Panamá; para sus desfiles, también usan carretas, Aguadulce, Los Pozos, Festival de la Mejorana en Guararé, Festival del Manito en Ocú, Santiago, entre otros. Conclusión, aunque existan cambios y transformaciones en nuestra cultura, la carreta, medio ecológico de transporte, jamás pasará de moda.