Fútbol al garete
- miércoles 12 de febrero de 2014 - 12:00 AM
La amenaza, el rofeo y el juegavivo siguen secuestrando a nuestro fútbol al garete. Aquí no se respeta reglamento, técnico, árbitro, ni directivo.
En ‘la liga que siempre soñé’ las suspensiones se la pasan por donde el sol no brilla y muchos hacen y dicen lo que les da la gana. ¡No hay orden!
Hasta donde yo sé, hay una supuesta amenaza y un soborno, pero sin pruebas. Estas acusaciones son graves y no le hacen nada bien a la pecosa.
No puede ser que por cuatro o cinco irrespetuosos, muchos fanáticos crean y digan que el fútbol panameño es una madriguera de maleantes.
Si en los aspirantes a clubes no hay cláusulas de buena conducta en todos contratos, el profesionalismo y la disciplina serán un imposible.
La LPF es igual o más culpable que los alborotadores. ¿Por qué no castigan dichos patios limosos? ¡No entienden que esto aleja al fanático!
Ojo: cuidado con una víctima. Directivos, jugadores y técnicos, cada uno agarre su esquina y zapatero a su zapato. ¡El ejemplo viene de la cabeza!