Es considerado una de las joyas del balompié panameño, a pesar de no haber pisado con fuerza la primera división de nuestro país, básicamente su fama la ganó en la Liga Prom, la segunda división de nuestro medio. Con tan solo 19 años, Gustavo Herrera, fue la figura de la selección sub-20 que logró su boleto al Mundial de Chile 2025.

Thomas Christiansen, técnico de ‘La Roja’, vio sus cualidades y lo convocó incluso, a la Copa Oro. No sumó minutos, pero sí ganó experiencia en el camerino. Ahora afronta su primera oportunidad en el exterior a nivel de clubes y no la pasa nada bien.

La afición del Deportivo Saprissa es exigente y Gustavo Herrera está inquieto porque no ha podido romper las redes, la misión que se le pide a todo delantero y más en un club de los llamados grandes del balompié costarricense. Por lo menos, es lo que demostró en su red social.

“Muchos sentimientos y mucho qué decir, pero solo quiero volver a ser el mismo”, fueron las palabras de Herrera luego de jugar la noche del martes los primeros 45 minutos en el triunfo del Saprissa 2-1 sobre Verdes de Belice, en el marco de la Copa Centroamericana de la Concacaf.

En medios ticos hablaron del tema de la presión que está sintiendo el istmeño, por la responsabilidad de aportar su cuota goleadora en un club importante que está necesitado de conseguir los resultados que lo mantengan en la cima del balompié tico y de la región.

Herrera ha visto acción en cuatro duelos con el Saprissa, dos como titular en la Copa Centroamericana, no ha marcado y aunque está en un periodo de adaptación se siente presionado, por los cuestionamientos de un sector de la afición del llamado “Monstruo Morado”.