‘Mi amor bonito'

- martes 15 de febrero de 2022 - 12:00 AM
El amor que de la juventud siempre será recordado pese a que el destino juega sus cartas. Eso se le pasó a Walter y Raquel, quienes, en su adolescencia, su corazón latía a un mismo ritmo, pero por cosas de la vida su relación llegó a su fin.
Aunque ya no eran novios, seguían gustándose y siempre buscan la manera de saber cómo estaba el uno y el otro.
Los años pasaron y cada quien hizo su vida, como era de esperarse. Sin embargo, ellos seguían en comunicación y se apodaban ‘Mi amor bonito'. Walter se casó y Raquel, tenía su novio. Pero esas relaciones llegaron a su final y decidieron regresar de nuevo.
Pero el hombre propone y Dios dispone, pues resultó ser que ese reencuentro no terminó como ellos lo habían planeado. La cita fue en una fiesta popular del interior, pero por cosas de vida, nunca lograron verse, pese a que estaban en el mismo lugar. El celular de ella se le había quedado sin carga. En vez de aparecer Walter, en aquella ocasión, llegó Alejandro, otro amigo de infancia de Raquel, que como todo un buen caballero la invitó a llevarla a la casa. Ella aceptó.
La comunicación con Walter siguió, pero cada vez que intentaban verse, algo sucedía. Era como si algo les impidiera encontrarse. Todo se enfrió, pero ese sentimiento de felicidad cuando se llamaban permanecían a flor de piel en sus corazones. Y Otra vez, cada quien hizo su vida.
Walter conoció a una joven, quien le procreó una niña, y Raquel, anduvo con Alejandro, a quien le dio un hijo. Pero esas relaciones tampoco florecieron por muchos años.
Raquel y Walter soñaron con tener un final feliz con en las telenovelas, pero hay amores que solo quedan en los recuerdos y otros que nacieron para estar juntos.
Walter y Raquel se prometieron volver a verse, aunque lloviera y tronara. Hasta al fin, tras muchos años de mantener comunicación por teléfono, se vieron y quedaron deslumbrados.
El amor floreció con el paso de los meses, y no tuvieron que esperar mucho, cuando Walter y Raquel, al fin se dieron el sí, se subieron al altar para seguir amándose por el resto que le quedara de vida.