
- martes 22 de abril de 2025 - 12:00 AM
El amor no pregunta la edad, pero la vida sí. Cuando una mujer de 40 se enamora de un muchacho de 20, hay cosas que no se pueden ignorar. No se trata de pensar que está “mal”, sino de saber en qué terreno están jugando.
Él está en plena etapa de exploración, de probar, descubrir y equivocarse. Tú probablemente ya viviste muchas de esas etapas. Eso no significa que no puedan amarse, pero sí que cada uno tiene un ritmo distinto.
No lo conviertas en tu proyecto. No estás para criar ni corregir a nadie. Si él tiene madurez, lo demostrará solo. Si no, no es tu tarea enseñarle.
Pon límites claros. Asegúrate de que ambos sepan qué quieren. ¿Él busca una aventura? ¿Tú buscas estabilidad? Hablen claro antes de que alguien salga lastimado.
No te sientas culpable. Si hay amor, respeto y madurez, no hay por qué esconderse ni sentir vergüenza. Pero tampoco ignores las señales de alarma solo por sentirte viva.
No ignores las etapas de cada uno. Él quizás aún quiera vivir cosas que tú ya superaste. No compitas con chicas de su edad, ni te esfuerces por parecer “más joven”. Sé tú misma, y que te quiera así.
Prepárate para todas las posibilidades. Puede que sea un romance hermoso y fugaz... o uno duradero. Pero no dejes que el miedo a perderlo te haga perderte a ti.
Y como dice la Gallina Fina, una de 40 vale por dos de 20. Algo así.