Hay detalles, cosas, gestos, palabras que consiguen sacarnos de quicio, y puede que nunca lo revelemos, pero cuando de sexo se trata hay que tomar en cuenta que la intimidad nos hace hipersensibles.

En este artículo no tenemos problemas en decirte cuáles son las seis cosas que las mujeres odian en la cama.

La impaciencia en todos los contextos puede llegar a ser muy irritante, el sexo no es la excepción. Por eso nada peor que un tipo que apenas escucha la ‘S’ de sexo ya está completamente desnudo.

¿Te gusta así? ¿o mejor así? ¿qué te parece cuándo hago esto? ¿y esto? Por Dios ¡calla! El sexo tiene que ver con las sensaciones, si algo estás haciendo que no resulta bien, créeme ella te lo hará saber, pero preguntar a cada paso si vas bien demuestra una gran inseguridad y podría ocasionar un bajón en el clímax.

Los extremos son terribles. Que sean demasiado bruscos, nos toquen fuerte, nos estrujen, nos muerdan demasiado duro o por mucho tiempo no es agradable. Chicos, es importante sentir las palpitaciones de su compañera, saber que justo en el punto medio, en el equilibrio entre lo brusco y lo delicado es donde conseguirán que vibren.

Si ella se anima a complacerte oralmente, ten la delicadeza de mirar y disfrutar lo que hace. Que cierres los ojos genera esa sensación de que da lo mismo si es ella u otra, a ti lo que te importa es lo que tú estás sintiendo.

Es universalmente sabido que tras el acto sexual nunca se dan las gracias, jamás tengas ese detalle educado tras el sexo.

Que no se animen a experimentar, a cambiar posturas, a probar cosas nuevas no solo es aburrido, también puede resultar molesto.