- domingo 18 de noviembre de 2018 - 12:00 AM
SEXUALIDAD
Existen muchos tabúes alrededor del tamaño del pene. Y aunque a muchas mujeres nos gusta pensar que el tamaño no importa, la realidad es que sí puede ser un factor determinante en la relación con tu pareja.
Según señalan algunos estudios, el punto G se encuentra a unos 7 cm y medio de la vagina, así que no hay razón para que no alcances el orgasmos y que tu chico no se convierta en un superhéroe en la cama.
Practiquen estas 4 posturas y consigan sacarle el máximo placer... ¡Disfruten!
El bandolero
En este caso la mujer se coloca de espaldas sobre la cama, eleva la cadera y las piernas flexionadas. Por su lado, el compañero se arrodilla de frente y apoya los miembros inferiores de su chica en el pecho.
Aquí, el contacto de los genitales no tiene ningún obstáculo y el resto depende de sus movimientos.
La ofrenda
Esta posición permite que el miembro masculino ingrese rozando las paredes vaginales. Además de tener posibilidad de ir más lejos, el roce ayuda a las sensaciones.
Para hacerlo, comienzan como en el clásico misionero. Luego, ella cruzará una de sus piernas a un lado e inclinará su cuerpo hacia la misma dirección.
Entonces, el caballero con el torso elevado inicia el coito y domina la fuerza y el ritmo. Incluso, puede hacer variaciones tumbándose sobre la mujer para besar sus senos.
El perrito
Una reina entre las posturas sexuales para penes pequeños es la famosa pose del perrito.
Aunque algunos todavía tengan cierta vergüenza de pedirle a sus chicas que se ponga en 4 patas, esta postura es erótica y muy pasional. Además, es súper recomendada para estimular las profundidades de la vagina.
Cualquier pareja que la experimente seguramente tendrá ganas de repetir este placer. El tema es olvidarse de los tabúes que la rodean para ser felices con la sexualidad.
La cabalgata invertida
En ocasiones, es muy positivo que la chica tome el mando de la situación y comience a dirigir el timón. En este sentido, la chica debe sentarse encima del pene y ofrecer la espalda a la cara del compañero.
Esta es la oportunidad de moverse y balancearse para sentir todo el ser dentro de ella. Mientras lo hace puede tumbarse hacia adelante a la vez que él estimula el ano. El orgasmo está asegurado y no existe posibilidad de que recuerden el verdadero tamaño en esos minutos.