Claves para hacer gemir a tu chica en la cama

¿Quieres hacer disfrutar al máximo a una mujer en la cama?
  • viernes 21 de mayo de 2021 - 12:00 AM

¿Quieres hacer disfrutar al máximo a una mujer en la cama? Entonces tienes que saber cuáles son todos los puntos que más le excitan y entender que, a diferencia de los hombres, las mujeres necesitamos más tiempo para poder llegar al clímax y estar, realmente, excitadas.

La importancia de la ambientación

Si quieres hacer gemir a una mujer lo primero que tienes que tener claro es que un "aquí te pillo, aquí te mato" no será suficiente para que disfrute al máximo. Lo que tienes que hacer es crear un ambiente idóneo para que el clima sea sensual, íntimo y despierte todos los sentidos. Así pues, por ejemplo, comenzar la noche con una cena romántica con música suave, velas y bien vestidos puede ser la antesala perfecta para una noche de auténtica pasión.

Hacer gemir a una mujer con preliminares es BÁSICO

Después de la cena, no hay nada mejor como disfrutar de momentos de caricias, besos y juegos divertidos. En lugar de comenzar ya en la cama, te recomendamos que para hacer gemir a una mujer no tengas prisa y le dediques tiempo a la conexión y a la diversión. La prisa es el peor enemigo de una mujer en la cama pues, como ya hemos dicho, ellas necesitan un poco de paciencia para que la excitación acuda a su cuerpo y la invada por completo.

Innovación, sorpresa y creatividad en la cama

Otra de las claves básicas para poder hacer gemir a una mujer es que no tengáis siempre el mismo tipo de sexo, la misma postura y los mismos juegos. La monotonía sexual es la peor enemigo de la libido y, por tanto, es importantísimo romper con la rutina e innovar en la cama sin prejuicios y con la total libertad.

En este sentido, te recomendamos que te atrevas a excitar a tu pareja con palabras o frases que sean subiditas de tono y que, normalmente, jamás os diríais. Jugar que sois otras personas, más salvajes y carnales, es una manera perfecta de excitaros y de pasarlo genial en la cama; de hecho, este es el motivo por el que el juego de los roles sexuales es uno de los más practicados por parejas estables.