E s hora de dejar de lado las típicas posturas, atrévete a explorarlas y sal de la rutina que mata la pasión, aquí te dejo dos posturas para que las practiques.

-De junco: esta es una posición que permite una penetración profunda. Aunque sea un poco cansada, los llevará a conocer sensaciones inimaginables. Recuéstate boca arriba y levanta la pelvis. Apóyate en tu cabeza y en sus piernas. Él tiene que estar de rodillas frente a ti. Pídele que te sostenga el trasero con las manos y que te acaricie el pecho.

-La somnolienta: perfecta para las más flexibles. Aquí deberás mover las piernas con facilidad. Recuéstate de lado y qué él se acueste detrás de ti, viendo tu espalda. Coloca una pierna hacia atrás, de modo que rodees su cintura. Con la somnolienta, más allá de una penetración satisfactoria, tu clítoris y pechos disfrutarán cálidas caricias con facilidad, sin olvidar los constantes besos en tu rostro y cuello. ¡Excitante punto!