Querida amiga, lo primero que quiero decirte es que es muy común que una relación que comenzó sin compromiso evolucione, y que uno de los dos desee algo más profundo. No te juzgues por enamorarte; sentir es parte de estar viva y amar no es un error. Ahora bien, él ha sido claro: no quiere un noviazgo serio. Esa respuesta, aunque dolorosa, también es una forma de respeto. El problema no es lo que tú deseas, sino que él no comparte ese deseo. Y una relación seria no puede construirse con ganas unilaterales. El amor sano necesita ser compartido. Pregúntate con honestidad: ¿estás dispuesta a seguir en una relación que no va hacia donde tú quieres? ¿O mereces alguien que te elija con la misma claridad con la que tú lo eliges? No se trata de presionar ni de esperar eternamente a que cambie de opinión. Se trata de cuidarte, de no quedarte en un lugar donde el afecto no crece como tú lo necesitas. A veces, alejarse no es perder. Es darte espacio para encontrarte con alguien que también quiera caminar a tu lado. El amor de verdad no se mendiga, se construye en equipo.