Viuda de millonario se queda sin chenchén
- viernes 13 de enero de 2017 - 12:00 AM
SORPRENDENTE
A veces la persona más insospechada puede sorprendernos. Y así ocurre con la historia de Marcel Amphoux, un ermitaño parisino, de 68 años, que contaba con una acaudalada fortuna y vivía en una cabaña en plena montaña sin luz ni agua.
Sandrine Devillard, su mujer, 25 años menor que él, provocó en su momento todo tipo de comentarios en Francia al casarse con este adinerado anciano, propietario de infinidad de tierras. Buena parte de los vecinos veían esa unión como una estrategia por parte de la mujer para aprovecharse de su fortuna.
En 2012, tras la muerte de Amphoux en un accidente de tráfico (el coche lo conducían amigos de Sandrine), la viuda reclamó su parte del pastel sin imaginar la sorpresa que le deparaba: el anciano ermitaño, en una nota, dejaba todas sus propiedades y fortuna a su prima y vecinos.
La joven reclamó ante el tribunal francés las irregularidades de este testamento, alegando que no era la misma letra y que se habían aprovechado de la debilidad de su marido.
Pero, según afirma el abogado de Marcel, Jean Michel Colmant, este escribió su última voluntad tan solo unas semanas antes de su fallecimiento.
Ahora, el tribunal ha dado la razón al fallecido y a su familia demostrando la autenticidad de este testamento y detallando la intención por parte de Marcel de no dejar nada a su esposa, tal y como cuenta The Telegraph.