- sábado 05 de octubre de 2019 - 12:00 AM
Thibault, un francés de 28 años que hace cuatro años perdió la movilidad de sus cuatro extremidades pudo caminar.
Tras estar confinado a una cama y silla de ruedas, ocurrió el milagro gracias a un exoesqueleto que abre importantes perspectivas para los tetrapléjicos.
El prototipo utilizado por Thibault es fruto de 10 años de investigación y funciona con unos electrodos implantados en el cráneo donde traducen las señales enviadas por el cerebro en señales motoras.
‘El cerebro sigue siendo capaz de generar las órdenes que en general hacen que se muevan brazos y piernas, pero no hay nadie que las ejecute', explicó Alim-Louis Benabid, especialista en neurología, autor principal de un estudio publicado ayer en The Lancet Neurology.
El caso de Thibault sirvió para probar que es posible captar correctamente esta actividad eléctrica de forma continua y transmitirla casi a tiempo real y sin cables hacia el ordenador que las decodifica.
Armado de un robusto exoesqueleto que lo hace parecer un androide o explorador espacial de ciencia ficción, Thibault finalmente pudo dar sus primeros pasos desde el accidente que lo dejó tetrapléjico. Incluso logró mover sus brazos, codos y hasta levantar los hombros.