- viernes 24 de febrero de 2017 - 12:01 AM
Kelly Fidoe-White es una joven británica que sufre trimetilaminuria, una enfermedad que le hace oler a pescado. Antes de acudir al médico, Kelly, de 36 años, pasaba mucho tiempo dándose duchas con agua caliente. Ahora utiliza un gel que nutre su piel y toma una medicación que ayuda a metabolizar la enzima que su cuerpo no descompone, provocándole ese olor corporal. Pero, aún así, el olor persiste, por lo que lleva a cabo su trabajo de radiógrafa en el turno de la noche para coincidir con la menor cantidad de gente posible.