La última semana de marzo se vio envuelta en una ola de violencia que cobró la vida de cuatro personas, lo que deja en evidencia la creciente inseguridad que enfrentan los panameños en sus propios barrios y calles.

Los asesinatos arrancaron el lunes 24 de marzo, en el corregimiento de Alcalde Díaz, donde se reportó el hallazgo del cuerpo sin vida de un hombre de identidad desconocida. El cadáver fue encontrado abandonado en un galerón, con múltiples heridas de arma de fuego: tres en el tórax, tres en el brazo izquierdo, dos en el glúteo izquierdo, cuatro en el muslo derecho, una en los genitales y dos en el muslo izquierdo.

Esa misma noche, en el corregimiento de Tocumen, ocurrió otro homicidio.

Testigos relataron que desde un vehículo sedán de color gris, cuyos ocupantes no pudieron ser identificados, le efectuaron disparos contra un hombre identificado como Ibrahim Jamal Salazar.

La víctima recibió seis heridas mortales: tres en la espalda, una en el cuello, una en la cabeza y otra en el costado derecho.

Días después, el miércoles 26 de marzo, en el corregimiento de Pueblo Nuevo, sector de Calle Séptima, La Loma, dos hombres fueron asesinados a balazos.

La primera víctima fue Luis Madrid, quien se encontraba en la parte trasera de una vivienda cuando sujetos armados llegaron y le dispararon, causándole la muerte en el lugar.

La segunda víctima en ese mismo caso fue Brayan Rivas, quien también estaba en la parte trasera de una vivienda junto a Luis cuando fue atacado a tiros por individuos armados.

El 13 de marzo, en ese mismo sector, habían asesinado a Rosalio Arrocha alias “Chamaco”, un conocido cantante urbano.

Estos cuatro crímenes perpetrados durante la semana del 24 al 28 de marzo se suman a la ola de violencia que azota la capital panameña, donde las calles y los barrios se han convertido en escenarios de sangre y muerte.