El gueto está de luto. Lágrimas corrieron por las mejillas de decenas de personas que asistieron ayer, al sepelio del reguesero Osvaldo Quintana, conocido con el apodo de ‘Tony, El Yeyo’.

La misa comenzó a las 12:00 p.m. en la parroquia San Pedro Apóstol, donde gran cantidad de familiares y amigos iban llegando poco a poco, para escuchar al sacerdote Alejandro Golvourn, encargado de iniciar el acto fúnebre.

Hace ocho meses se realizaron las honras fúnebres de Leonardo Renato Alvarado, mejor conocido como ‘El Kid’, amigo de crianza de ‘Tony, El Yeyo’ quien también se crio en San Pedro N.°1. Por segunda ocasión, los residentes del sector despidieron a otro amigo de la infancia.

En la iglesia, a la llegada de la carroza de donde fue bajado el ataúd blanco, el momento desgarrador se sumó entre los gritos de dolor al ser colocado frente a todos los presentes.

Durante un doloroso pero resignado silencio, el rostro de los hombres y mujeres que parecían ser más fuertes, era quebrantado por un llanto amargo, que parecía ser contagioso y descontrolado.

Una vez iniciada la ceremonia y a través de un sermón reflexivo, el párroco Alejandro Golvourn envió consuelo a todos los presentes, quienes luchaban con el profundo vacío.

La iglesia fue adornada con flores y suéteres blancos, lucidos por todos los invitados, quienes buscaban dar un último homenaje a ‘Tony, El Yeyo’.

‘Chico divertido, Yeyo Style, pura diversión’, era el mensaje escrito en la parte trasera de sus camisetas, acompañadas de una gran foto plasmada en la parte frontal.

Luego de un padrenuestro y un avemaría, la misa llegó a su parte final y el féretro fue llevado en una caravana hacia el cementerio de Juan Díaz, donde se realizaron sus obras fúnebres.

El evento fue custodiado por una patrulla de la Policía Nacional, para evitar cualquier inconveniente o situación de peligro.

Osvaldo Quintana nació el 17 de enero de 1988 y murió el 12 de noviembre del 2011 a mano de unos gatilleros.