JUAN NAVAS Pájaro torturado y muerto por el DENI y la CIA

Historiadores concluyen que el gobierno de Marco A. Robles violó la Constitución y estaba al servicio de USA
  • martes 09 de junio de 2020 - 12:00 AM

Juan Antonio Navas Pájaro, era un estudiante del colegio Abel Bravo de Colón. En un enfrentamiento entre el 11 y 12 de enero de 1966 fue herido en la cabeza por agentes del Departamento Nacional de Investigaciones (DENI). Mismos que lo asesinarían meses después.

¿Qué pasó?

En el calor de las luchas por recuperar la soberanía nacional, Navas Pájaro tras ser herido de bala en la cabeza en enfrentamientos y escaramuzas contra el gobierno de turno, fue enviado a la antigua Unión Soviética, (Rusia), para recibir una mejor atención médica.

Al retornar a la patria a finales de mayo de 1966, ya recuperado, el día 31 de ese mes fue capturado en Colón por unidades del DENI, por órdenes de la Sección de Seguridad de ese organismo y bajo la responsabilidad de Cornelio Campos y Rudi Vallarino (este último agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), según el profesor colonense Rolando Sterling.

De acuerdo con Sterling, el cadáver del estudiante Navas Pájaro apareció el 1 de junio del mismo año en el Corredor de Colón. ‘En su rostro hubo huellas de tortura, su cráneo hundido por los golpes infringidos por Alejandro (Pato) Stephens, mostraba el uso de la cachiporra, (palo usado por los policías).

Durante la noche del 1 de junio, ya la efervescencia revolucionaria del pueblo exigía justicia. Los preparativos del entierro estaban en marcha.

‘Ante la imposibilidad, por parte de la oligarquía, de seguir sosteniendo que el compañero Navas había sido arrollado por un automóvil, y el pavor que le causaba el creciente odio popular, la reacción empezó a fraguar la trama para echarle el crimen al movimiento progresista panameño', sostiene el profesor Sterling.

El 3 de junio el cadáver de Navas es velado en el gimnasio del colegio Abel Bravo, miles de obreros, estudiantes y amas de casa, quienes le dan su postrer adiós. Delegaciones de todos los colegios del país están presentes y, el féretro es llevado a la Iglesia del Carmen, al compás de consignas revolucionarias, emitidas por las voces de ‘Canal herido' de más de veinticinco mil personas', reveló Sterling.

‘El asesinato motivó un sangriento levantamiento popular, que desde tiempos de Pedro Prestán en 1885, no se había repetido en Colón, por razones de política interna. Carlos Mathews, Elvira Miranda y la niña Damaris Gallardo fueron las víctimas de esa insurrección', subraya Sterling.

Levantamiento y sangre

Enardecido el pueblo colonense, surge un levantamiento el día 6 de junio de 1966. Sterling anota que ‘por unos días durante el mes de junio del susodicho año, los enfrentamientos en Colón desenmascararon la injerencia foránea en nuestros asuntos nacionales y el abuso del poder'.

Afirma el autor, que ‘el poder del gobierno reaccionario de Marco A. Robles era meramente de fuerza bruta y descansaba en las armas de los militares', refiere.

Los siguientes días las protestas continuaron en la provincia caribeña; el 11 de junio las mujeres colonenses salieron a las calles para protestar por los atropellos de esposos, hijos y hermanos. Fueron agredidos y, ‘ante los desmanes, se volvió a la carga, hubo fuerte intercambio de disparos, vehículos del Estado fueron incendiados y hubo muchos heridos, sobre todo mujeres.

El ilustre docente agrega que ‘el panorama del crimen de Navas hay que ligarlo con otras situaciones: la persecución ideológica del macartismo, promovida por la CIA, bajo el gobierno de Lyndon B. Johnson; la represión y la persecución, que bajo el gobierno de Marco Aurelio Robles, sucedieron para acallar las voces del pueblo y su juventud que luchaban contra los anteproyectos entreguistas conocidos como tres en uno'.

Por su parte, la perspectiva del catedrático e historiador, Arturo Guzmán, sobre la muerte de Navas Pájaro, ‘es que fue el resultado de la intolerancia ideológica de los sectores oligarcas panameños que nunca han asimilado en su intelecto y conciencia el derecho de los demás a disentir sobre el sistema político-ideológico', asegura Guzmán.

El docente puntualiza que ‘es la expresión de persecución contra los que comulgaban con la tendencia izquierda de la post guerra. Este asesinato es la acción más recalcitrante del macartismo de la década de 1950 y que mantenía plena vigencia en Panamá; sobre, todo contra los líderes sindicalistas, gremialistas, partidistas, estudiantiles y populares', finalizó el historiador.